Con el corazón en la mano.

Estás con el corazón en la mano. Yo también. El domingo se vota en Argentina. No es la elección general, sólo una interna, pero el domingo se sabe el destino que tomará el país en breve. Pero vos sabés bien lo que va a pasar. El dólar está ya en $ 600. Los insumos para la industria no entran, Vaca Muerta, la fuente de energía más importante del país, no puede casi perforar porque no hay trépanos. Las automotrices no pueden hacer entrar las partes de los autos, las fábricas de electrodomésticos tampoco. Lo que viene, pase lo que pase a nivel electoral no es bueno. No es lindo, no es fácil. Pero... tampoco es mortal. No tiene por qué ser tu fin. Ni el mío. Ahora es cuando entra en acción la estrategia, el plan, los objetivos claros y un 'outcome' bien definido. Saber qué queremos encontrar al final del oscuro y frío túnel donde nos vamos a meter (sí, es peor que la parte en la que estamos ahora) es la mejor forma de encontrar el "eso" que queremos encontrar. ¿Prosperidad? Es momento de planear sobre cómo crecer en la crisis posterior a la crisis. Dónde se va a invertir y dónde no. Pensar en compra de bienes de capital y en inversiones en capital humano. ¿Sostener la posición en el mercado? Es momento de planear sobre cómo proteger activos, clientes, recursos financieros y bienes de capital. Acampar hasta que aclara en criollo. Wait and see, en managerial. ¿Retraerse? La retirada no es deshonrosa. Me dicen mis contactos en el mundo militar que es un táctica como cualquier otra. Siempre y cuando se haga de forma ordenada, planificada y con el objetivo de volver al combate con las fuerzas reagrupadas, reabastecidas y reorganizadas. Lo UNICO que no sirve para nada es asustarse. El miedo no es zonzo, decía mi abuelita, que era tan sabia como era bonita. Pero no hay que dejar que nos paralice. La devaluación, aumento de tarifas, recortes presupuestarios, aumento de tarifas y despidos -con su consecuente problema social- que vendrá después de las PASO (y de las generales) ya la vemos en el horizonte. Estamos viendo el tsunami 5 días antes de que llegue a la playa. Nos vamos a inundar. Pero podemos evitar ahogarnos. Con el corazón en la mano, subamos a un tejado. Protejamos lo que tenemos. Y empecemos a pensar qué cosa nueva podemos hacer una vez que nuestro mundo cambie de nuevo. -Hasta la semana que viene- Patricio Cavalli (MBA)