El precio de complacer a la gente puede ser elevado, especialmente para su salud mental. Las personas complacientes son especialmente propensas al agotamiento en el trabajo, dice Debbie Sorensen, psicóloga clínica formada en Harvard con sede en Denver. “Tienden a ser personas muy amables y atentas, lo que hace que les resulte mucho más difícil establecer límites, no asumir demasiado trabajo o involucrarse emocionalmente en sus trabajos”, dice Sorensen. Si bien complacer a las personas se ve diferente para todos en el trabajo, dice que hay tres signos comunes que debe tener en cuenta:
Evitar complacer a la gente comienza por comprender cómo y cuándo decir "no", agrega Sorenson. “Puede ser incómodo establecer límites en el trabajo, pero la próxima vez que tenga la tentación de acumular más responsabilidades en su plato, haga una pausa y pregúntese si realmente quiere o necesita asumirlas. Y lucha contra la reacción instintiva de decir 'sí' a todo”, dice ella. |