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Cierre de listas y arranque de campaña La pista está que arde

 Tras una tensa partida, finalmente las cartas están echadas sobre la mesa electoral. El vertiginoso cierre de listas del sábado dejó formalmente habilitada la carrera hacia las PASO que definirá a los candidatos que disputarán el sillón presidencial.

Días antes de esta corrida feroz, el oficialismo buscó despegarse de la denominación que quedó estrechamente vinculada al fracaso de la gestión albertista, rebautizando el espacio como Unidad por la Patria. Un claro guiño con nuevo mensaje electoral, en busca de la inviable tarea de revertir la imagen de quiebre interno que atraviesa el peronismo. La fragmentación del espacio es tan evidente que hasta las últimas horas previas al cierre, los referentes no lograban acordar una fórmula que sintetizara la renovación.

En este accidentado y laberíntico rearmado que la vicepresidenta no logró decodificar hasta último momento, varios candidatos “se comieron el amague” y quedaron gravemente heridos.

Wado de Pedro, fiel seguidor de La Cámpora y niño mimado de Cristina Fernández, se lanzó con un eufórico mensaje presidencial, pero poco después tuvo que agachar la cabeza y asimilar que apenas fue objeto de un ensayo. Lo tiraron a la cancha y no alcanzó. Todavía no, pibe. Tal vez más adelante... No obstante, su compromiso con la causa fue premiado con una precandidatura a senador nacional.

Este lunes por la tarde, CFK se encargó de poner blanco sobre negro públicamente en cuanto a cómo fue el proceso de la definición de listas en los últimos minutos. “Es obvio que para llegar a ese consenso, sin la aprobación del presidente no se podía. Y Wado De Pedro no iba a tener la aprobación del presidente”, quien “se embanderó en hacer PASO". Nuevo puñetazo de La Jefa en pleno ocaso político al títere que no supo domesticar, en el marco de la riña interna que pretenden esconder.

Por su parte, Daniel Scioli, quien a pesar de los sucesivos aprietes para que declinara su candidatura ofreció resistencia hasta el final, una vez más quedó afuera luego de que Alberto Fernández lo bajara de un hondazo. La ansiada revancha del ex gobernador bonaerense quedó trunca, y tuvo que meterse el acto de lanzamiento en el bolsillo cuando a pocas horas de anunciarse como candidato dispuesto a pelear en las PASO, el ex Frente de Todos diera un giro de timón y lanzara a Sergio Massa como figura “de unidad” avalada por los gobernadores aliados al poder, quienes siempre se opusieron a la batalla interna.

En estas condiciones, a Scioli no le quedó otra opción que la retirada, la cual inició mostrando la frente alta y, según dicen, "apoyando la decisión" que le impusieron quienes tienen la última palabra. De hecho, tras el golpe sufrido por la amarga derrota sin siquiera haber jugado el partido, este lunes voló hacia Brasil, territorio que viene ocupando en carácter de diplomático, para acompañar al mandatario nacional en una nueva visita al país. En ese marco, el Presidente dio una nueva muestra de cinismo al postear en Twitter una imagen donde se los ve juntos en ese plan, manifestándole edulcoradas palabras: “Quiero agradecerle especialmente a mi compañero y amigo la generosidad y compromiso demostrado para deponer deseos personales y privilegiar el bien del país, como ha hecho siempre en su valiosa trayectoria”, escribió.

Parece que, en ese sentido, "La Jefa" también se quedó con la sangre en el ojo. Aclaró que nunca le bajó el pulgar a Scioli, y reveló que el domingo tuvo una charla telefónica con él, en la que el embajador confesó, enojado con aquel que de manera traicionera, lo dejó afuera de la contienda: “Nunca me trataron tan mal como en esta negociación. Nunca nadie me trató tan mal como el albertismo”.

La ex mandataria nacional siguió disparando veneno a su alrededor, especialmente hacia aquellos que hicieron maniobras a sus espaldas en contra de la idea de unidad: “Hasta el viernes teníamos a la ministra de Desarrollo Social (Victoria Tolosa Paz) planteando una interna a nuestro gobernador (Axel Kicillof) y a nuestro embajador en Brasil (Daniel Scioli), con todo derecho, (postulándose) para presidente”, remarcó Cristina Kirchner.

Con los hechos consumados y las definiciones selladas en Unidad por la Patria, surgen varios interrogantes: ¿hacia dónde orientará su discurso el ministro de Economía devenido precandidato presidencial, para diferenciarse de la oposición y captar votos? ¿Cómo se articulará de ahora en adelante este espacio severamente dañado? ¿Massa realmente es capaz de encarnar el liderazgo peronista? ¿Continuará en su rol de ministro en la vorágine de la campaña? ¿Cómo se configurará el debate electoral? ¿El kirchnerismo quedará definitivamente extinguido tras las generales, gane quien gane?

En la vereda de enfrente hay inquietud: hasta hace pocos días los líderes de Juntos por el Cambio se mostraban relativamente tranquilos y confiados, frente a un Wado sin experiencia y ninguneado por el electorado en los sondeos. Pero ahora el panorama es otro, frente a un precandidato que pretende transmitir moderación y con carrera política, contactos y cintura, al cual un sector del kirchnerismo ha decidido perdonarle -al menos figurativamente- los innumerables agravios del pasado.

Tras el cambio repentino de escenario, ahora la oposición deberá ingeniárselas para intentar sacar ventaja, ya que las brechas plasmadas desde hace semanas en las encuestas se fueron desdibujando, dando lugar a una incógnita que solo logrará revelar un electorado más acorralado, dubitativo y desorientado que de costumbre.



agencia nova