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QUIEROLATA cerró el Mes de la Mujer con cuatro latas inspiradas en ellas

 

Ball Corporation invitó a cuatro artistas de Argentina, Chile, Brasil y Paraguay a armar el diseño de una lata única basado en una mujer que ​​las inspire. El homenaje está destinado a realzar la fuerza, el amor, la valentía, ​​y el respeto de cada una de ellas. 

 

QUIEROLATA, el movimiento impulsado por Ball Corporation que incentiva el uso de las latas de aluminio para un consumo más consciente, invitó a Anabella Santangelo de Argentina, Carolina Celis de Chile, Camile Soares de Brasil y Karina Oliveira de Paraguay, a dejar impresos en una lata de aluminio los sentimientos y emociones que tienen hacia cuatro mujeres cercanas a ellas. 

 

​​​​Este proyecto, enmarcado en el Mes de la Mujer, se llamó “Mujeres que Inspiran”, y su propósito fue plasmar el arte de una manera totalmente distinta, utilizando ​​​la lata de aluminio, un envase 100% e infinitamente reciclable, para representar esta importante inspiración femenina, algo que muchas veces cuesta expresar en palabras, pero ​​que hace que su labor traspase fronteras e ilumine el alma de cada mujer. ​​​ 

 

El resultado son cuatro diseños únicos, muy coloridos, y que reflejan el alto nivel de cariño y emoción que cada una de estas mujeres tiene para las artistas involucradas Anabella Santangelo, artista plástica y docente de Argentina, se inspiró en su madre, Adriana, poniendo especial foco en su rostro para graficar la fuerza que hay en él. 

 

“Mis obras se centran en la mujer y en los animales, donde intento transmitir diferentes emociones con la mirada, y también desde lo corporal. Me inspiro en la naturaleza y en libros, como las biografías sobre artistas y novelas”, indicó la artista argentina. Y agregó: “Los colores son protagonistas en mis obras, y mi búsqueda es un equilibrio entre el realismo y lo abstracto. Romper de alguna manera con el realismo tradicional, con pinceladas más difusas y marcadas en algunas partes”.  

 

Por otra parte, Caro Celis, eligió a su sobrina Emilia, manifestando en su arte toda la vitalidad y energía que le entregan la naturaleza y los colores. Desde Brasil, para Camile la inspiración vino por el lado de su abuela Olga. Esta artista de Pará redescubrió entre los árboles de cacao las raíces de su ascendencia y así reconectó con su historia. Algo que se evidencia en su diseño final. Y finalmente, Kiki de Paraguay, eligió a su suegra Mirta, graficando de una manera creativa, cotidiana y divertida su conexión con ella. ​​​​​​​​​​​​