Entradas
Terminamos ayer la primera parte del artículo escrito por The Rational Walk sobre lo negativo que es enamorarse de tus inversiones con el siguiente párrafo: "En los negocios, creo que es justo decir que la admiración y el respeto pueden ser productivos cuando se dirigen de la manera correcta, pero la adulación directa y el amor incuestionable son disfuncionales. Es posible que uno deba dejar caer la mayoría de las barandillas en la vida personal o arriesgarse al aislamiento y la miseria, pero en los negocios siempre debemos mantener la objetividad."
Hablemos ahora del culto a la personalidad.
Vemos los ejemplos más extremos de la Tendencia del Gusto/Amor en las sectas donde un líder carismático hipnotiza tanto a sus seguidores que están dispuestos a tomar acciones autodestructivas conscientemente hasta un suicidio masivo incluido . Toda objetividad se pierde en tales escenarios donde el líder está dotado de una infalibilidad similar a la de Dios.
En el mundo de los negocios, hay líderes naturalmente carismáticos que inspiran mucha admiración y lealtad, aunque rara vez llega a los extremos de los cultos reales. Una vez más, nos enfrentamos a la necesidad de abordar al líder carismático con algunos matices. Ciertamente hay líderes carismáticos en los negocios que actúan con entusiasmo debido a una creencia sincera en sus empresas y misiones. El carisma natural conduce a accionistas leales.
Todo esto está bien hasta cierto punto, y el líder carismático puede prestar un gran servicio a los accionistas si inspira a los propietarios a actuar racionalmente y con un enfoque a largo plazo durante los períodos de adversidad. Así como Charlie Munger vio el ejemplo de Fred Buffett en el supermercado y se sintió inspirado para emularlo, podemos beneficiarnos al elegir los ejemplos correctos en el mundo de los negocios.
Por supuesto, la otra cara es elegir al líder empresarial carismático equivocado y permitir que una relación comercial se convierta en adulación y credulidad. Podemos ver ejemplos de esto cuando se trata de líderes empresariales conocidos con muchos seguidores. Por ejemplo, aunque son personas radicalmente diferentes, tanto Warren Buffett como Elon Musk tienen una enorme cantidad de seguidores, muchos de los cuales son todo menos racionales cuando atacan a su héroe. Si lo duda, intente publicar un comentario negativo (o incluso ligeramente crítico) sobre cualquiera de estos hombres en Twitter y verifique sus respuestas.
Mis propios sentimientos con respecto a Warren Buffett y Elon Musk son bien conocidos por los lectores veteranos y tal vez mejor explicados en A Tale of Three Acquisitions publicado el año pasado. He tenido acciones de Berkshire Hathaway durante más de veintitrés años y tengo mucha admiración por Warren Buffett y Charlie Munger. Esto trae a colación la pregunta de si Berkshire Hathaway es un “culto” y si yo soy un “miembro”.
¿Es Berkshire Hathaway una secta?
Durante más de una década después de comprar acciones en 2000, asistí a todas las reuniones anuales de Berkshire Hathaway. Para aquellos que nunca han asistido, es un evento que debe experimentarse al menos una vez para tener una idea de la comunidad que se reúne en Omaha todos los años para escuchar a dos nonagenarios hablar sobre los negocios y la vida durante cinco horas.
Uso la palabra “comunidad” aunque algunos podrían caracterizarla como un “culto”. Uso la palabra “comunidad” porque de todas las empresas públicas que existen hoy en día, creo que sería difícil seleccionar un grupo de accionistas con más conocimientos que los que se reúnen todos los años en Omaha. Claro, hay muchas personas en la reunión que saben poco sobre negocios y tienen algunos vínculos personales con los líderes, pero en general, los asistentes han internalizado el mensaje comercial transmitido en las cartas del Sr. Buffett a los accionistas y otras comunicaciones a lo largo de los años . .
Aun así, si yo fuera miembro de una “secta”, es razonable concluir que sería el último en admitirlo. En mi defensa, he escrito críticamente sobre ciertos aspectos de Berkshire a lo largo de los años y he basado mi evaluación de la empresa en hechos y cifras laboriosamente recopilados y analizados trimestralmente. En una secta, yo habría sido excomulgado hace mucho tiempo porque me atreví a cuestionar ciertas decisiones de los líderes.
Estoy muy agradecido por la administración de Berkshire Hathaway de Warren Buffett y Charlie Munger durante muchas décadas y soy consciente del hecho de que han obtenido una compensación mucho menor del negocio de la que podrían haber obtenido fácilmente. Tanto el Sr. Buffett como el Sr. Munger podrían tener un patrimonio neto mucho mayor que el que tienen hoy si hubieran recibido una compensación razonable a lo largo de los años en lugar de trabajar esencialmente gratis.
¿En qué tipo de culto malvado los líderes se pondrían en desventaja a tal punto y esencialmente harían regalos a sus seguidores década tras década? El hecho de que los líderes de la empresa hayan trabajado gratis es un regalo financiero para los accionistas y, como resultado, soy personalmente más rico. Así que, por supuesto, estoy agradecido y admiro sus acciones.
Veo al Sr. Buffett y al Sr. Munger como ejemplos de negocios y entre los mejores inversores de nuestro tiempo, pero no los veo como deidades omniscientes, especialmente en áreas no relacionadas con los negocios. He tenido fuertes desacuerdos con sus puntos de vista políticos sobre múltiples temas a lo largo de los años. A menudo niego con la cabeza consternado durante las sesiones de preguntas y respuestas de las reuniones anuales que profundizan en la política. ¡Y no me hagas empezar cuando se trata de sus consejos sobre una dieta saludable y lo que constituye un régimen de ejercicio sólido!
En última instancia, soy accionista de Berkshire Hathaway porque mi análisis financiero a lo largo de los años me llevó a creer que la propiedad a largo plazo generaría rendimientos atractivos y porque la administración de la gerencia como fiduciarios era sólida como una roca, una creencia que no se basa en la fe sino en acciones sobre múltiples décadas.
De amar a odiar
Los seres humanos son propensos a pasar del amor al odio cuando los acontecimientos se vuelven lo suficientemente graves como para hacer añicos el edificio psicológico en el que se basaba su amor. Podemos ver esto todo el tiempo en las relaciones personales porque la ruptura del amor a menudo va acompañada de varios tipos de traición que parecen imperdonables y merecedoras de desprecio y odio. El odio es disfuncional pero forma parte de la condición humana.
Lo que es cierto en la vida personal también es cierto en los negocios cuando un líder que disfruta de la devoción personal de sus seguidores toma una acción que destruye la visión del mundo de sus devotos hasta el punto en que se sienten personalmente traicionados.
Durante años, Elon Musk fue un héroe de aquellos que se consideraban ambiental y socialmente responsables. Elon no solo estaba en el proceso de resolver de alguna manera el cambio climático mediante la venta de automóviles eléctricos de lujo a personas adineradas, sino que también estaba comprometido con hacer de los seres humanos una especie interplanetaria. Fue visto como un Tony Stark de la vida real , un superhéroe moderno que, literalmente, podría ser la clave para salvar el mundo. Todos los defectos y lapsos de Elon como fiduciario fueron excusados o ignorados por sus seguidores porque estaba involucrado en un trabajo tan importante para la sociedad.
Para un número significativo de seguidores de Elon, todo esto cambió durante el año pasado debido al choque de trenes conocido como Twitter. Además de afirmar que defiende los principios de la "libertad de expresión" que chocaban con la censura que muchos defendían, Elon adoptó varias posiciones controvertidas y expresó su apoyo a una serie de puntos de vista políticos percibidos como "de derecha". Esto fue demasiado para muchos clientes de Tesla, incluidas algunas celebridades de alto perfil que pasaron del fanatismo extremo al desprecio extremo en solo unos años. El superhéroe pasó al “lado oscuro” y se transformó en un “villano”.
Un ex adherente a una causa que se convierte en apóstata a menudo es tratado con mucho más desdén que un extraño que nunca fue un miembro de buena reputación. Este parece ser el caso cuando se trata de Elon Musk y la izquierda política, aunque cabe señalar que muchos de los problemas recientes de Elon fueron autoinfligidos.
Conclusión
La famosa anécdota del “Pavo de Acción de Gracias” de Nassim Taleb cuenta la historia del desafortunado pájaro que consideró al humano que lo alimenta diariamente como su mejor amigo en la tierra hasta que la realidad se reveló en noviembre. El sentido del amor y el bienestar del pavo, tan arraigado gracias a una larga experiencia, se hace añicos en apenas unos minutos.
Queremos evitar ser el pavo de Acción de Gracias en los negocios y en la vida personal. Pero es imposible vivir plenamente sin abrirnos a un cierto nivel de vulnerabilidad. Hay ciertos riesgos en la vida que vale la pena tomar. La tendencia a gustar/amar no es un error, sino una característica de la humanidad. Si nos cerramos a todo riesgo asociado con establecer afinidad con otros humanos, perdemos mucho de lo que nos hace humanos para empezar y nos resignamos a llevar una vida muy disminuida.
No hay una respuesta fácil cuando se trata de navegar por este campo minado en la vida personal, donde las relaciones más duraderas se basan en el amor incondicional, con todos sus peligros y trampas. Sin embargo, en los negocios nunca debemos abordar las relaciones con el nivel de vulnerabilidad que es una necesidad en nuestra vida personal.
Está bien admirar profundamente a nuestros socios comerciales, así como a los gerentes de empresas públicas que no conocemos personalmente. Pero, en última instancia, siempre debemos recurrir a una evaluación sobria de la realidad si esperamos seguir siendo racionales. De hecho, aquellos de nosotros que somos fiduciarios de nuestras propias familias dejaríamos de cumplir con nuestros deberes si no somos conscientes de la tendencia a gustar/amar cuando se trata de negocios e inversiones.
Lacartadelabolsa
