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En el kirchnerismo hay expectativa sobre una definición electoral. Los dos planes que manejan para la campaña y el malestar creciente con el mandatario
Esta semana podría ser clave en la interna del oficialismo por las candidaturas para las elecciones. La vicepresidenta Cristina Kirchner tiene prevista una nueva aparición pública el próximo viernes en Río Negro y su espacio espera una definición en clave electoral que no solo alimente el "operativo clamor" que le preparan sino y, sobre todo, que apure al presidente Alberto Fernández a bajarse de la reelección.
La Universidad Nacional de Río Negro ya prepara el campus para el acto en el que entregará a la vicepresidenta el "Doctorado Honoris Causa" en el que está previsto que hable, según confirmaron a iProfesional fuentes oficialistas. Su última aparición pública había sido en Avellaneda, el 27 de diciembre, cuando sostuvo que no se había bajado de una posible candidatura sino que estaba "proscripta" por la Justicia.
La reaparición se dará en un momento muy sensible en ese sentido: será un día después de que se den a conocer los fundamentos de la condenaron a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos que el kirchnerismo presenta como una "proscripción" aunque puede ser apelada y un día antes del plenario militante que lanzará la consigna "Cristina 2023".
Pero también tendrá lugar en medio de una nueva embestida de La Cámpora contra la intención del Presidente de mantener latente su candidatura a la reelección. Mientras empieza a correr el tiempo para la definición de las listas, cuya fecha límite es el 24 de junio, la posición de Fernández irrita cada vez más al kirchnerismo.
El principal vocero de ese malestar es el funcionario bonaerense Andrés "Cuervo" Larroque, que este lunes calificó como "surrealista" que Fernández se postule y lanzó: "Me quedan dudas de que el Presidente tenga la intención de que el peronismo gane".
Reaparece Cristina Kirchner: los planes de su espacio y la expectativa por una definición
En la cuenta regresiva para la definición de las listas, cuya fecha límite es el 24 de junio, el kirchnerismo aspira a que el Frente de Todos vaya con una única fórmula presidencial. Para ello, el plan A es que Cristina Kirchner sea la candidata porque es la depositaria de la mayoría de los votos y entienden que todos en el peronismo coinciden en que ninguna otra figura estaría en condiciones de competir con ella en una PASO.
El plan B, si la vicepresidenta decide no presentarse, es apoyar a un candidato bien posicionado pero con una fórmula consensuada entre el kirchnerismo y el resto de los actores. De allí surgen las versiones sobre un binomio del estilo Sergio Massa-Eduardo "Wado" de Pedro que circularon algunos días atrás. Alberto Fernández no entra en ninguno de esos planes.
La nueva aparición de Cristina Kirchner agita la expectativa en ese sentido. Los movimientos de la vicepresidenta y en especial sus discursos siempre se manejan bajo un hermetismo casi absoluto, incluso para muchos de los dirigentes y funcionarios más fieles a su figura, y no son pocos los que esperan una definición o, al menos, una señal.
En su discurso, la vicepresidenta puede alentar o desalentar la insistencia de su tropa para que se presente pero también sugerir qué armado electoral piensa para el frente oficialista, algo sobre lo que hasta ahora no se pronunció directamente en público y que, de una manera u otra, involucra el futuro político de Alberto Fernández, quien dilata su decisión y exaspera al kirchnerismo.
Alberto Fernández sigue en carrera y calienta la interna
En la cumbre que tuvo el Frente de Todos semanas atrás Fernández dejó flotando la idea de que está dispuesto a competir en las PASO pero también a correrse si aparece un candidato mejor que él. El encuentro generó una breve tregua pero dejó a la tropa K, encabezada por Máximo Kirchner, con gusto a poco.
Para ese espacio, una eventual candidatura del Presidente a la reelección no solo complica la competencia interna por la relevancia del cargo sino que también reduce el potencial electoral del espacio. Cristina Kirchner y su espacio desaprueban totalmente su gestión, como lo dejaron claro durante los meses previos a la crítica salida de Martín Guzmán de Economía y remarcan cada tanto.
Sin embargo, Alberto Fernández demora su definición y, para colmo, trascienden supuestos comentarios sobre su objetivo de enfrentar y vencer al kirchnerismo en las PASO que suben la temperatura de la interna y obligan al Gobierno, especialmente al círculo más cercano al Presidente, a desmentir las versiones.
En ese contexto es que el kirchnerismo espera que la reaparición de Cristina Kirchner sirva para empezar a ordenar la ecuación electoral y, en especial, marcar la línea frente a la negativa de Fernández a bajarse de la carrera en los tiempos que le reclama ese sector.
El "operativo clamor" que se cocina y el mensaje a Fernández
"El Presidente se propone para algo que nadie le pide", afirmó Larroque en declaraciones radiales y frente a las versiones sobre una supuesta declaración de Alberto Fernández. En el Gobierno se apresuraron en negar que el mandatario haya dicho que podía "terminar con 20 años de kirchnerismo".
No obstante, el clima planteado entre el jefe de Estado y ese sector del Gobierno es, en efecto, un factor que condiciona a toda la alianza oficialista y que, si Fernández sostiene la idea de una candidatura propia, se encamina a un choque inevitable.
"El único paso que hay que dar es que Cristina sea candidata", agregó Larroque. El funcionario y secretario general de La Cámpora es precisamente uno de los organizadores del plenario de la militancia kirchnerista que se celebrará en la sede de la UTN de Avellaneda el próximo sábado.
De allí surgirá un reclamo contra lo que consideran una "proscripción" de Cristina Kirchner y el pedido para que sea candidata presidencial, en lo que funcionará como el lanzamiento oficial del "operativo clamor" varias veces anunciado.
A la vez, y más allá del tenor de los discursos que se escuchen, el evento es en sí mismo un mensaje para Alberto Fernández, a quien intentan marcarle que no tendrá el apoyo del sector mayoritario de la alianza de cara a las elecciones y que hay lugar para un solo candidato. Esperan que sea Cristina. Y esperan un anticipo durante su reaparición pública.
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