Argentina experimentará mayores tensiones en el mercado
cambiario, con sus consecuencias en términos de PBI, lo que deriva en una corrección en las
estimaciones que pronostican una caída en la actividad de -2,5% en 2023 y una inflación cercana al
115% en 2024, estudian analistas de BBVA Research.
La causa de una inflación de tres cifras para el próximo año se deberá a correcciones en el tipo
de cambio y en los subsidios a las tarifas. Además, el endurecimiento de las restricciones a las
importaciones complica la producción industrial y la cadena de pagos.
"La alta inflación seguirá erosionando los salarios reales presionando a la baja del consumo
privado y perjudicando a una actividad que ya siente el efecto de la sequía. Así, la actividad
caería 2,5% en 2023", calculan desde BBVA.
Los analistas estudian que el desequilibrio monetario es el principal motivo de haber alcanzado la
inflación anual más alta en 31 años. "Las inyecciones monetarias gatillaron un salto de los
pasivos remunerados del Banco Central. La emisión monetaria para asistir al fisco se redujo en 2022
respecto de 2021 pero continuó en niveles altos, generando presión cambiaria e inflacionaria",
observan.
El empleo se encuentra en crecimiento, debido a la suba del trabajo informal, mientras que la
sequía perjudica las acciones del Gobierno para cumplir las metas con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
Por otro lado, calculan que la producción de la campaña 2022/23 caerá más de 30% en total,
aunque los precios internacionales sostienen las exportaciones en el nivel del promedio de 2003 a
2021.
Agencia CMA Latam