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Por Oscar Puebla, arquitecto y broker inmobiliario, especial para NOVA
La ley de alquileres actual es como Godzila; un monstruo verde que nos perseguía en las películas japonesas de bajo costo pisando y rompiendo todo.
Los daños generados por esta ley son tan grandes que ahora lo que pedimos es que solo la dejen sin efecto.
Veremos que gracias a la "pandemia de la Inflación", los inquilinos tendrán que tratar de pagar un alquiler casi un 80 por ciento más caro que el año anterior y todo gracia al bendito IPC, que es una "ensalada rusa de precios condimentada con chile habanero" que nada tiene que ver con el mercado de los alquileres.
Por lo tanto, si antes pagábamos 100.000 pesos vamos a pagar 180.000 pesos y no hablemos de las expensas y de los ajustes a los servicios. Es un verdadero bajón y no hay que bajar la vibra alta
"¿Dónde hay un mango Viejo Gómez?", decía el tango y volvemos a ver yerba de ayer secándose al sol.
Por suerte, está de moda el ayuno intermitente, o sea que vamos a comer un día sí y otro no y así la vamos llevando hasta que algún legislador despierte de su sueño profundo y se acuerde de hacer lo que prometieron para mayo de este año. Sólo les pedimos que deroguen la maldita ley.
