https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=3ab76eea9c&view=att&th=1648a6d4d6c2fa40&attid=0.1&disp=safe&zw
BYMADATA - Cotizaciones en Tiempo Real | BYMA Bolsas y Mercados Argentinos

EL PERFIL DEL DEFRAUDADOR

Por Daniel Alejandro Osorio, socio Cyber Intelligence Group

                            Seguramente cuando hablamos de perfiles de estafadores y defraudadores lo primero que se nos representa es un individuo de cuello blanco o guante blanco que se encuentra detrás de un escritorio falsificando firmas y malversando cheques, sin embargo conforme a los años de estudio y experiencia en la materia podría aseverar que Al Capone también usaba guante blanco.

Lamentablemente la significación de la imagen visual que nos hemos creado nos ha quitado la perspectiva del verdadero riesgo que conlleva tener colaboradores desleales y defraudadores en nuestra compañía, potenciado si estos delincuentes han creado redes entre proveedores, clientes y compañeros de trabajo.

La subestimación del perfil de este tipo de delincuentes le ha costado mucho a más de un empresario y también a colaboradores que muchas veces han desaparecido sin dejar ningún rastro. En el estudio del Delito Complejo y el crimen organizado también se puede observar en algunos casos que detrás del sicariato se hallan los delitos económicos ligado a la defraudación y la estafa.

La existencia de perfiles criminales es muy útil al momento de investigar un delito ya ocurrido, sin embargo los perfiles poco pueden hacer para anticipar un delito que todavía no ocurrió y los más probable que en este intento estigmaticemos algún buen colaborador que lejos estaba de producir una estafa. Para la prevención lo más efectivo son las herramientas que cuentan las áreas de Cumplimiento (Compliance, en inglés) y que son verdaderos desmotivadores para este tipo de delincuente.

En nuestra experiencia nos hemos encontrado con defraudadores de estructura perversa o psicopática y también neurótica. Los primeros son más propensos a generar un delito más planificado y de red con una fuerte carga de maldad y resentimiento en el modus operandi; y los segundos más vinculados a un delito de tipo emergente producido inicialmente por la necesidad o la oportunidad y posteriormente por la facilidad del logro.

Finalmente la subestimación del perfil nos puede llevar a riesgos innecesarios tanto de los empresarios como de los colaboradores. La sugerencia es la investigación inicialmente con auditorías externas o empresas de investigación de fraudes que poseen el conocimiento y la objetividad para analizar los niveles de riesgos y fundamentalmente en algunos casos el auxilio de la Justicia para frenar el delito violento.