● El anticipo de la Casa Blanca fue cierto y la inflación de los Estados Unidos alcanzó su nivel más elevado de los últimos 40 años. Su lectura del 9,1 por ciento de junio se sitúa por encima de la previsión del 8,8 por ciento.Ayer, al calor del aviso lanzado por la Casa Blanca de que el IPC subiría con fuerza, se vivió un episodio un tanto surrealista. Apareció en las redes sociales un “documento oficial” en el que se citaba un dato de IPC del +10,1 por ciento que provocó una fuerte corrección en los índices americanos antes del cierre. Parecía una filtración, pero la realidad es que era una falsificación. El propio Gobierno de Biden tuvo que sacar una nota oficial para desmentirlo. Hay investigaciones en marcha para conocer su autoría, dado que tuvo un claro efecto manipulador sobre el mercado. El impacto del dato correctoEl movimiento intradiario que ha provocado el dato correcto ha sido de fuerte volatilidad, con caídas significativas de las bolsas. El euro ha llegado a perder la paridad testimonialmente, al igual que los bonos, pero finalmente el cierre europeo ha estado alejado de las zonas de mínimos, aunque no ha podido evitar los números rojos. El dato de la inflación subyacente también ha sido peor de lo esperado. Ha marcado un +5,9 por ciento, cuando se esperaba un +5,7 por ciento. Este caso ha quedado por debajo de la inflación subyacente de mayo, que fue de un +6 por ciento. Con estos datos se confirma que la reunión de este mes la Fed va a subir si o si los tipos en 0,75 puntos básicos. Si antes de conocer el IPC había una probabilidad estimada del 2 por ciento de que pudiera subirlos en 1 punto, esta pasaba a un 35 por ciento después de publicarse el dato. Una medida excepcionalSería una medida excepcional, pero hoy ya la hemos visto en el banco central canadiense, que ha subido sus tipos de interés en un punto. El rebote posterior de las bolsas puede estar justificado en la interpretación de que con esta agresividad de la Fed la recesión va a llegar antes, pero sí podrá frenar la inflación. El euro ha rebotado desde esa pérdida de la paridad, pero veremos con qué fuerza. Hay que estar pendientes de un posible acuerdo entre los bancos centrales para mejorar su cotización de forma concertada, ya que se encuentra muy lejos de su nivel de equilibrio y resulta perjudicial para todos. De momento, lo único positivo en las bolsas es que la presión vendedora no se ha incrementado. Mañana tenemos otra cita importante para ver la reacción del mercado: la publicación de los primeros resultados de los bancos americanos.
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