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El rey desnudo La caída de Alberto y el fantasma de los saqueos

 El presidente de la Nación, Alberto Fernández, pasó a ser el hazmerreír de la política, recibiendo burlas tanto de la oposición como de los propios del gobierno.


Ya no es sólo Guillermo Moreno el que denuncia que “el presidente no está apto para gobernar” y exige una asamblea legislativa. Hasta Cristina Kirchner se burla de él públicamente, haciendo referencia a sus chats sexuales, a su gaffe de llamar “Garganta Profunda” al medio “La Garganta Poderosa”, o anunciando personalmente -o a través de algún vocero oficioso, como Juan Grabois-, el horizonte de hiperinflación al que nos conduce la incapacidad presidencial. Ahora también son los propios y los ajenos los que anticipan que los días de Alberto Fernández en la presidencia están contados.

Llamó la atención que este miércoles, sin que nadie se lo preguntara, el secretario de Relaciones Parlamentarias, Fernando “Chino” Navarro, saliera a desmentir su renuncia. “Alberto no va a renunciar, es un tipo que tiene valor”, afirmó el empresario que lidera del Evita. Llamativo.

Mientras tanto, diversos medios sin vinculación entre sí reinstalaron el tema de las proezas sexuales del presidente, “el WhatsApp más activo de la Argentina” en este terreno. Nadie le reconoce autoridad alguna, algo que ha sido en gran parte mérito propio. Deprimido, ya lleva dos días sin actividad oficial programada. Alberto está al borde del abismo.

El fin de semana que pasó fue el peor de toda su gestión. Allí debió rendirse ante Cristina Kirchner definitivamente, soportar su destrato y sus amenazas por vía telefónica y luego de manera presencial. Ya ni la CGT lo apoya, a punto tal que ni siquiera se molestó en pronunciarse sobre la designación de Silvina Batakis. A esta altura, los que lo tratan de manera frecuente lo describen como un “zombi”.

El líder piquetero Eduardo Belliboni fue terminante al sentenciar que "este gobierno va a caer con o sin piquetes", tras denunciar que “cuando los cortes son del campo los llaman patriotas pero les molestan los cortes de los movimientos sociales. Por eso nos persiguen, estamos siendo atacados sistemáticamente por la Justicia y un sistema político que no nos quiere”.

“Este gobierno va a caer con o sin piquetes, no es una cuestión nuestra, lo que explica la caída de este desastre son sus políticas de ajuste, no nosotros y nuestras protestas, eso es importante, a nadie le llama la atención que haya todos los días más y más pobres, se quejan de las protestas”, enfatizó el líder del Polo Obrero, quien además formuló un grave pronóstico: “Este gobierno va al precipicio pero no por Alberto y Cristina, sino por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, se caen con las calles cortadas o no, se vienen saqueos si esto sigue así”, amplió.

Los hechos dan sentido a las declaraciones de Beliboni. Durante todo el fin de semana, el presidente intentó encontrar alguna solución que le permitiera designar como jefe de Gabinete a Sergio Massa. Pero sus propuestas fueron descartadas por CFK, quien quiere al líder del Frente Renovador dentro del gobierno, pero reclama para ella la suma del poder público.

En la conversación telefónica del domingo, Alberto Fernández le ofreció –por tercera vez- su renuncia a Cristina Kirchner. “De ahí no te vas cuando querés, sino cuando yo lo decida”, fue más o menos su respuesta. Claro está, antes deberá hacerse cargo de tomar una serie de decisiones desagradables: subir las retenciones de la soja, aprobar el salario universal, anular el acuerdo con el FMI y desplazar a los funcionarios albertistas del gabinete.

Por estas razones Alberto ha decidido hundirse en las profundidades. Sus allegados dicen que sufre de stress. Lo peor de todo es que, vuelto al llano, ni siquiera tiene la seguridad de que “Pepe” Albistur vuelva a prestarle su departamento de Puerto Madero.

El rey está desnudo hace mucho tiempo. Pero recién ahora ha tomado conciencia de su desnudez.


(www.REALPOLITIK.com.ar)