Cuando hablamos de tenencias nos referimos a activos que generan flujos positivos de dinero, tal como los describimos en la columna “Cómo repensar tus finanzas personales”. Bajo esta línea de pensamiento, si sos propietario de la casa o el departamento donde vivís, tenés un inmueble que forma parte de tu patrimonio, pero no de tus tenencias, puesto que genera flujos negativos (impuestos, gastos de manutención, expensas y más). En cambio, si tenés más de una propiedad y la alquilás, entonces sí se trata de una tenencia debido a que te aporta un flujo de fondos positivo. Los motores de los aviones funcionan mediante la generación de una fuerza que empuja a la aeronave (propulsión). En el caso del motor de las tenencias, su correcto funcionamiento se vincula directamente con la diversificación de las inversiones. Es justamente esa diversificación la que permite no depender de un solo tipo de activo generador de flujos positivos, sino construir un portafolio variado, donde los activos se relacionan poco o muy poco entre sí. Lo más interesante del caso es que las tenencias no necesariamente deben implicar montos elevados: se puede invertir desde muy poco dinero hasta fortunas y se puede comenzar con instrumentos tan simples como plazos fijos, stablecoins y bonos. En el mundo digital existen tenencias que requieren una erogación monetaria mínima, como los negocios que pueden ser montados en Internet gracias a la magia de cuatro palabras clave: intangibilidad, automatización, atomización y suscripción. Veamos esto con dos ejemplos antagónicos basados en tenencias similares de nuestros amigos imaginarios Claudio y Sebastián. Claudio tiene como patrimonio plazos fijos que ajustan por CER y dólares bajo el colchón. Nuestro amigo siempre dice que prefiere ir por lo seguro. Sebastián, en cambio, es más curioso e imaginativo, al menos en lo que refiere a las inversiones, por lo que posee acciones bursátiles de empresas exportadoras argentinas, stablecoins invertidas a tasa en un exchange, plazos fijos que ajustan por CER, bonos de deuda de empresas estadounidenses comprados en un broker online, una cochera que alquila y dos páginas de Internet desde donde revende productos importados. Debido al contexto actual de inflación y a la potencial devaluación del tipo de cambio que luce atrasado, Claudio ve amenazado el poder adquisitivo futuro de una parte de su tenencia. Por el lado de Sebastián, si bien sabe que es alta la probabilidad de que la actual crisis genere una caída transitoria en sus tenencias, se encuentra más tranquilo al comprender que su portafolio de activos generadores de flujos positivos se encuentra correctamente diversificado y le permitirá transitar la tormenta con el menor daño posible. Definitivamente, la diversificación es más importante que el valor total de las tenencias, puesto que por más valiosas que sean estas, si se encuentran muy concentradas en un activo, las consecuencias de una crisis local y/o global pueden ser devastadoras. Segundo motor: Tus ingresos |