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Marco Lavagna: "Es imposible suponer que el problema de la inflación se soluciona de forma inmediata"

 

En diálogo con Ámbito, el director del INDEC analizó la inflación, la recuperación de la economía en pandemia y la pobreza. Adelantó detalles sobre el Censo 2022 que se desarrollará de forma presencial el 18 de mayo.


El Censo 2022 se llevará a cabo el próximo miércoles 18 de mayo. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDECsigue afinando detalles para la gran cita que tiene lugar cada 10 años. Esta vez se suma la opción de realizar el Censo digital desde la web, la cual está habilitada desde el 16 de marzo, como una de las novedades más destacadas.

En diálogo con Ámbito, el director del INDEC Marco Lavagna adelantó detalles del operativo del Censo 2022, el cual contará con más de 650.000 personas. Además hizo un repaso de la gestión al frente del organismo de estadística, cargo que ocupa desde 2019, y analizó temas centrales como inflación, la reactivación y recuperación de sectores de la economía en la salida de la pandemia y el dato oficial de pobreza, que fue del 37,3% en el segundo semestre de 2021.

Periodista: Por la pandemia el Censo no se pudo realizar en 2020. ¿Qué implica un retraso en la obtención de datos estadísticos?

Marco Lavagna: El hecho de no tenerlo actualizado desde 2020 no muestra un impacto muy directo. La diferencia es que de un modo se trabaja con marcos de referencia o la “foto” actualizada, mientras que de otra forma se trabaja con una imagen de 2010, la que vas a estar proyectándola. Cuando más te alejas de la foto exacta los errores de estimación son más grandes.

En ese caso estás trabajando con información subóptima. Obviamente tener un nuevo marco de muestreo, que sale del Censo 2022, te permite ser mucho más eficientes cuando tengas que elaborar una estadística nueva.

Te doy un ejemplo: con el marco de muestreo que surge del Censo, quizá tengamos menor tasa de error en términos de “no respuestas”. Porque hoy podemos ir a una vivienda que ya no existe más y nosotros todavía en nuestro marco la tenemos. Entonces lo que debemos hacer es en vez de poner una vivienda, ponemos que hay dos. Mantener los datos actualizados evita estos problemas de impacto en la estadística.

P.: ¿Cuáles son las diferencias metodológicas entre censo “de hecho” y “de derecho”? ¿Cómo se refleja en el trabajo de campo y en la elaboración de los registros?

M.L.: Se obtiene una caracterización de dónde la gente realmente vive. Cuando lo hacías donde pasaste la noche anterior, podías tener alguien que no está viviendo en su domicilio o que no se trasladó para ese día del Censo. Igualmente las diferencias no son abismales. Sí es muy importante hacer este cambio y relevar a las personas donde efectivamente demandan servicios, con sus características particulares en términos habitacionales. Esta es la gran ventaja: permite trabajar con un dato más preciso de dónde pasa mayor cantidad de tiempo la gente.

P.: ¿Qué pasa si una persona no completa el censo? ¿Se considera una falta que deriva en una sanción o multa?

M.L.: Los censos, al igual que las elecciones, son un derecho y una obligación al mismo tiempo. En este caso, estás ejerciendo tu derecho a ser “contabilizado” y reconocido y tu obligación cívica. La idea no es salir a hacer multas a quien no completó el Censo 2022.

Lo que hacemos es concientizar a la gente sobre la importancia de los censos, que tienen un grado de aceptación muy grande. Existe una conciencia de la importancia del caso. De todas formas, nuestro objetivo como Instituto de estadísticas responsable del operativo del Censo es explicar para qué sirve, para qué lo utilizamos, cómo protegemos los datos y cómo logramos esa confianza para que las personas participen.

P.: ¿Cuáles son los cambios que sientan un precedente y seguirán en los próximos censos?

M.L.: Este es un censo de “transición”. Si bien podíamos incorporar más herramientas tecnológicas, buscamos un equilibrio muy fino entre “modernizar” y mantener la rigurosidad técnica. Hubo saltos muy grandes como pasar de un censo de hecho a uno de derecho. Esto hay que hacerlo con ciertos recaudos. Por eso, si bien el INDEC realiza el Censo digital, el censista luego va a pasar por las viviendas para pedir el código que certifica que se completó el cuestionario en https://digital.censo.gob.ar

Seguramente en el Censo 2030 tengamos una mayor digitalización. Para nosotros esto es un salto muy importante y al mismo tiempo, manteniendo la rigurosidad con los censos anteriores.

De cara a los próximos censos, seguramente quedarán varios avances ya que sientan un precedente: la cuestión metodológica del censo de derecho, la virtualidad y digitalización, las nuevas preguntas en el cuestionario sobre identidad de género y pueblos originarios, el uso de inteligencia artificial para el procesamiento de datos, entre otras cosas. Seguramente si se utiliza más la herramienta digital, se puede ampliar la cantidad de preguntas ya que el formato agiliza el proceso de completar el Censo.

Inflación y reactivación económica en pandemia

P.: Asumió en 2019 al frente del INDEC. ¿Cuál es su balance de la gestión, con una pandemia en el medio que rompió todos los esquemas?

M.L.: Hoy nadie pone en duda cómo está trabajando el INDEC y su seriedad técnica. Esto tiene que ver con el esfuerzo y la decisión para mantener el equipo técnico que venía haciendo esta labor.

Tiene que ser un equipo fuerte y robusto, manteniendo en el tiempo las formas de hacer estadísticas. Esto implica una modernización, como ocurre con el Censo 2022, y una continuidad sobre el trabajo. En ese sentido hace algunos meses hemos publicado el “Plan de Trabajo 2026”, siguiendo el objetivo de las oficinas de estadística con una mirada de mediano y largo plazo. Deben mostrar hacia dónde van y ser capaces de modernizar la línea de trabajo en el tiempo, más allá de quién ocupe o dirija el INDEC o los directores de cada área. Creo que es muy importante esa planificación y hasta ahora lo hemos logrado.

Al principio de la pandemia, con las complicaciones que ello implicó, se pensó en discontinuar algunas estadísticas transitoriamente por la dificultad que generó publicarlas. Afortunadamente no tuvimos que discontinuarlas, sino que además incorporamos nuevas como el “Estudio de impacto de Covid-19”, algo que se creó en el marco de las nuevas modalidades de trabajo remoto.

Otro ejemplo es la “Encuesta nacional de uso del tiempo”, un trabajo publicado el jueves pasado. Es muy importante ya que tiene que ver con brechas de género y al mismo tiempo se relaciona con la calidad de vida de las personas, cómo es la combinación de tiempos entre nuestra vida laboral, las tareas formales y el ocio día a día.

P.: De acuerdo a los “números” que mes a mes releva ¿Cómo fue la evolución de la economía argentina entre 2019 y 2022 con el efecto de la pandemia?

M.L.: Se vio de forma muy marcada dónde iba impactando, con sectores en medio de la pandemia que si bien sintieron el golpe, no tuvieron una caída abrupta. Por ejemplo el rubro alimentos casi no tuvo impacto, en términos relativos, si lo comparo con el rubro hoteles y turismo, donde sí hubo efectos negativos muy marcados.

El impacto en el mercado laboral se dio mucho más en los sectores informales que en el sector formal, donde hubo más contención con medidas para sostener y mantener el empleo, tanto desde las empresas como las políticas públicas.

Hoy lo que se ve es que todos los sectores se han recuperado de los efectos de la pandemia, con distintas velocidades, incluso algunos están por arriba de los niveles de 2019. Allí claramente se recuperaron niveles tras la crisis de la pandemia. No obstante hay sectores que recién están recuperándose y equiparando con los números de finales de 2019.

El impacto social ha sido muy grande en medio de la pandemia. A pesar de haber recuperado buena parte del empleo, hay sectores que padecen efectos de esa caída en 2020 en términos de ingresos, por eso vemos que hay distintas realidades según el sector.

P.: ¿Qué es lo que más preocupa sobre la inflación?

M.L.: Es una de las variables que más preocupa. Tiene un impacto social grande y pega más en los sectores más vulnerables. En ese sentido lo que preocupa es la cantidad de años, es un problema que viene ya con muchos años, lo que lo hace más difícil de empezar a cambiar.

Es imposible suponer que el problema de la inflación se soluciona de forma inmediata. Debe haber un trabajo para ir bajándola gradualmente, para poder decir realmente que está controlada. Esperemos que se logre.

P.: Semanas atrás INDEC publicó que la pobreza alcanzó el 37,3% en el segundo semestre de 2021. ¿Cuál es el análisis sobre este dato?

M.L.: En la pandemia el impacto fue más grande en pobreza que en indigencia, donde hubo políticas de contención (tanto del Gobierno nacional como de las provincias) y se evitó que más personas caigan en la indigencia. Obviamente hubo un impacto, aunque menor al de pobreza.

Lo que se vio fue la recuperación del nivel del empleo y actividad, generando que la masa de salarios de la economía mejore. Esto es parte de la razón por la cual hoy se ve una mejora respecto al año 2020, relacionada con recuperación del trabajo y los ingresos. Inclusive en 2021 hubo una recuperación de los ingresos sobre la inflación, lo que se reflejó en efectos de mejora de nivel social. Claramente aún sigue siendo uno de los problemas centrales donde enfocarse junto a la inflación.



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