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EE. UU: Vermont legaliza la prescripción a distancia de fármacos para el suicidio asistido

 Traducido de Lifesite por TierraPura.org  

“¡Las directrices estrictas protegen contra los abusos! Excepto que nunca fueron estrictas, y las que existen no están destinadas a mantenerse”, escribió el abogado Wesley Smith.

El gobernador liberal republicano de Vermont, Phil Scott, ha firmado una ley de suicidio asistido que permitirá los asesinatos por telemedicina por parte de los médicos.

La nueva legislación sobre el suicidio asistido, firmada el 27 de abril, permitirá a los médicos prescribir a distancia “medicamentos para ser autoadministrados con el fin de acelerar la muerte del paciente.”

Los pacientes podrán solicitar “en presencia del médico o por telemedicina, si el médico determina que el uso de la telemedicina es clínicamente apropiado, que se autoadministre la medicación con el fin de acelerar la muerte del paciente”.

Un médico debe seguir examinando físicamente al paciente, pero no tiene por qué ser el mismo que prescriba los fármacos que acaban con su vida.

El médico debe afirmar que el paciente “sufría una condición terminal” y esto debe estar “basado en la revisión del médico de los registros médicos relevantes del paciente y en el examen físico del paciente”.

La nueva legislación elimina la restricción de las anteriores leyes denominadas de “elección del paciente al final de la vida”, según la cual los pacientes debían hacer sus solicitudes de medicamentos nocivos en persona.

El abogado y comentarista de bioética Wesley Smith comentó la legislación para National Review y dijo que es otro ejemplo de cómo se están erosionando las directrices para proteger contra el abuso a los pacientes terminales.

“¡Las directrices estrictas protegen contra el abuso! Excepto que nunca fueron estrictas, y las que existen no están destinadas a mantenerse”, escribió Smith. “En cuanto la gente se siente cómoda con la participación de los médicos en los suicidios de sus pacientes, las ‘protecciones’ pregonadas a bombo y platillo se redefinen de repente como ‘obstáculos’, y el ‘acceso’ a la muerte facilitada ‘se mejora’ al facilitar que se haga la muerte.”

“Y los fríos cínicos que son los defensores del suicidio asistido saben que para cuando su artimaña se haga evidente, a la gente ya no le importará”, escribió Smith.