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¿RUSIA COMPLICADA? Finlandia y Suecia cada vez más cerca de la OTAN

 

Luego del ataque de Rusia a Ucrania, varios países limítrofes de Rusia han parado las antenas: entre ellos, Finlandia y Suecia que se acercan a la OTAN.

Dentro de los efectos secundarios para Rusia del despliegue de su invasión a Ucrania, ahora se le puede agregar el acercamiento de otros países dentro de su esfera de influencia a la OTAN. Recordemos que esta fue una de las razones, que Rusia misma cita, entre otras, “que lo presionaron a comenzar su operación militar en ucrania” fue justamente las intenciones del pueblo ucraniano de unirse a la OTAN, en un quiebre de los acuerdos que la reciente independizada Ucrania pacto con la Unión Soviética luego de su disolución.

Al ver la horrorosa situación en Ucrania, países como Finlandia Suecia, ambos países limítrofes de Rusia, ven estas circunstancias como una amenaza directa para ellos también. Esto los hace contemplar la urgencia de unirse a la OTAN, a costas de la furia del Kremlin.

El domingo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que la alianza ahora estaba planeando una presencia militar permanente mucho más grande en sus fronteras con Rusia. “Independientemente de cuándo, cómo termine la guerra en Ucrania, la guerra ya ha tenido consecuencias a largo plazo para nuestra seguridad”, dijo al periódico británico Daily Telegraph. “La OTAN necesita adaptarse a esa nueva realidad. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo”.

¿Tiro por la culata?

Sin contar la complicada situación económica derivada de las diferencias sobre la aplicación de las sanciones a Rusia, el asalto ruso a Ucrania ha llevado a un momento de solidaridad casi sin precedentes en Europa, oleadas de equipos militares occidentales llegando a Ucrania y la expulsión masiva de diplomáticos y presuntos espías rusos en las capitales europeas.

De hecho, uno de los legados duraderos de la invasión rusa puede ser cómo la guerra estimuló el fortalecimiento y la expansión de la OTAN. Finlandia y Suecia, dos países nórdicos con una profunda historia de no alineación, ahora parecen estar al borde de unirse al bloque.

En la práctica, tanto Finlandia como Suecia ya tienen estrechos vínculos militares con socios de la OTAN y la UE.

 

La opinión pública en ambos países dio un giro dramático a favor de unirse a la OTAN después de que comenzara la invasión. Por primera vez, la mayoría de los suecos apoya la entrada al bloque, mientras que una encuesta realizada este fin de semana encontró que el 68% de los finlandeses apoyaría la membresía y que un número aún mayor apoyaría el esfuerzo si tuviera el respaldo público del presidente del país, Sauli Niinisto y el gobierno de su Primera Ministra, Sanna Marín. Esto es un claro ejemplo de las repercusiones de la invasión rusa a Ucrania, considerando que en 2019 más de la mitad de los finlandeses se oponían a unirse a la OTAN.

 

Sin embargo, a pesar del amplio apoyo, el gobierno finlandés anunció que no tiene planes inmediatos de membresía, como es el caso de la vecina Suecia.

Aun así, la primera ministra finlandesa, declaró este pasado viernes que efectivamente se llevarán a cabo deliberaciones sobre la membresía de Finlandia a la OTAN, las cuales concluirán el 25 de junio.

 

Creo que terminaremos la discusión antes del solsticio de verano. Tendremos discusiones muy cuidadosas, pero tampoco tomaremos más tiempo del necesario en este proceso, porque la situación es, por supuesto, muy grave.

 

Por el lado de Suecia, una declaración del lunes de los socialdemócratas de Suecia, que encabezan un gobierno minoritario en Estocolmo, dejó en claro que el partido de centroizquierda estaba reevaluando su oposición tradicional a la membresía en la OTAN.

 

Cuando Rusia invadió Ucrania, la posición de seguridad de Suecia cambió fundamentalmente

 

Se espera que la pregunta sea un tema clave en las elecciones parlamentarias en Suecia previstas para el 11 de septiembre, con los partidos de oposición de centro-derecha ya diciendo que respaldaron una solicitud de la OTAN, y los Demócratas Suecos de extrema derecha también están abiertos a la idea.

La respuesta de Rusia

El lunes, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskovadvirtió a los dos países nórdicos que no se unan a la OTAN, una alianza que, según dijo, “sigue siendo una herramienta orientada a la confrontación”. Dada la campaña rusa en curso en Ucrania, la amenaza de Peskov y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en febrero de "graves consecuencias políticas y militares" para Finlandia y Suecia, probablemente sólo fortalecen el caso para ingresar a la alianza.

De un solo golpe, la incorporación de Finlandia a la OTAN duplicaría con creces la frontera terrestre existente de Rusia con los estados miembros de la alianza militar occidental, cercando aún más el Kremlin. Esta medida, en el caso de que se materialice, podría verse como un enorme error estratégico de Putin.

 

La entrada en la OTAN sería un movimiento histórico para ambos países. Desde principios del siglo XIX, los gobiernos suecos mantuvieron una estudiada neutralidad que perduró hasta el final de la Guerra Fría.

 

Después de resistir una invasión soviética hace más de ocho décadas, Finlandia se conformó con un status quo incómodo junto al Kremlin: adoptó una cuidadosa neutralidad, aceptó cierto grado de influencia soviética en sus asuntos, pero evitó el mismo destino de la dominación soviética, el caso de los países de Europa Central y Oriental.

 

Sin embargo, después de más de seis semanas de guerra, es difícil imaginar que los ucranianos acepten algún tipo de subordinación tácita a Rusia.

Garantías

Ambos países recibieron garantías públicas del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de que sus solicitudes serían bienvenidas, así como expresiones de apoyo de varios miembros, incluidos USA, Reino Unido, Alemania, Francia y Turquía.

 

Sin embargo, ambos países saben que difícilmente esta acción no conlleve repercusiones por parte de Rusia, la cual se hallaría cada vez más presionada en la región, con solamente Bielorrusia como país amigable al Kremlin. Pero también Finlandia y Suecia saben que abrir más de un frente es una operación suicida para Rusia, ya sea ahora o en el futuro.

 

Además, con la garantía de defensa del resto de los países miembro de la OTAN, la amenaza parece disminuir considerablemente. La situación, en caso de que se unan a la OTAN, sería diferente a la de Ucrania, ya que la ayuda sería más efectiva que la que actualmente está recibiendo Ucrania.

Si uno acepta la lógica de que Rusia invadió Ucrania para frustrar la entrada de Kiev en la OTAN y controlar la marcha hacia el este de la alianza militar occidental, entonces, por esa sola razón, la táctica del presidente Vladímir Putin ha sido un desastre. Puede que Ucrania no esté en la cola para unirse a la OTAN en este momento, pero su obstinada resistencia ha acelerado su perspectiva de unirse a la Unión Europea y desvincularse aún más de la órbita rusa.

 

El cambio de sentimiento ha llevado a los partidos dentro y fuera del poder en ambos países a anunciar evaluaciones en curso de sus posiciones políticas sobre la OTAN. Los procesos parlamentarios se desarrollarán en los próximos meses, pero la conclusión parece clara: no se espera que ningún estado miembro de la OTAN, ni siquiera la Hungría amiga de Putin, vete las candidaturas de membresía de Finlandia y Suecia, siempre que se materialicen formalmente.



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