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Cómo es el "plan despegue" que impulsará Alberto Fernández tras el acuerdo con el FMI

 Sostiene que el acuerdo alcanzado con el FMI será la tabla donde apoyarse y surfear los meses que vienen, rumbo a las próximas elecciones.


Alberto Fernández está totalmente convencido de que ayer martes, en el Congreso, dio el primer paso fundamental para conseguir su reelección en 2023. Cerca del Presidente, incluso, hablan del "operativo despegue" de la economía, como parte estelar de su vocación hacia un segundo mandato. Fernández sostiene que el acuerdo alcanzado con el FMI será, contra todos los pronósticos, la tabla donde apoyarse y surfear los meses que vienen, rumbo a las próximas elecciones.

Como Martín Guzmán, el jefe de Estado también sostiene que el nuevo trato rompe los cánones que caracterizaron los anteriores acuerdos con el Fondo. Que esta vez será bien distinto, y que por ese mismo motivo en su discurso resaltó que "no habrá tarifazo" ni reforma laboral ni tampoco ajustes sobre los jubilados. "Este acuerdo no restringe los derechos de nuestros jubilados y jubiladas que recuperamos en el año 2020", refrendó el Presidente ante la Asamblea Legislativa.

Desde el entorno del ministro de Economía apuntan también que la cuestión es volver a instalar la idea de "tranquilizar la economía". Aquella mención recurrente de Guzmán durante las primeras semanas de la administración, a fines de 2019, que fueron trastocadas por la pandemia.

"Este programa con el FMI lo anunciaría hasta el Che Guevara", exagera un funcionario del equipo económico, al que se lo escucha mucho más tranquilo que hace unos meses, cuando el acuerdo no llegaba y el dólar paralelo amenazaba, otra vez, con dispararse a valores inmanejables.

"Este programa con el FMI lo anunciaría hasta el Che Guevara", aseguran en el entorno de Alberto Fernández

El "operativo despegue" de Alberto Fernández tras acuerdo con el FMI

En el imaginario oficial, tras el acuerdo existen algunos puntos clave que jugarán a favor de la economía. La principal variable es que se descartó una devaluación. A ojos de la fuente oficial, este punto es clave: "En cualquier otra circunstancia, con una brecha en torno al 100%, el FMI hubiese obligado a una devaluación. Acá los convencimos de que no hacía falta, que podremos juntar reservas en el Banco Central a pesar de todo".

Está claro que en los próximos meses quedará claro si esa hipótesis es verdadera, y el BCRA logra quedarse con las divisas que liquiden las exportadoras de cereales. La experiencia del año pasado es que a Miguel Pesce le fue imposible retener los dólares que le vendieron.

Por eso mismo, ahora habrá que mirar a las tasas de interés. El Gobierno se comprometió a mantener "tasas reales positivas". Es decir, por encima de la inflación. La magnitud de ese ajuste, muy probablemente, dependerá de la sensibilidad de la brecha cambiaria a la suba de las tasas de interés.

Hay una cuestión que juega a favor: la súper soja, que vuelve a ubicarse en valores récord, por arriba de los u$s600 por tonelada, lo que intima a los productores y a las exportadoras a apurar la liquidación de la cosecha para aprovechar ese escenario.

En este contexto, Economía cree que está todo dado para que la actividad económica se potencie, a pesar de las dudas que mantienen empresarios y economistas sobre el derrotero de la economía.

Guzmán está convencido de que la economía cerrará este 2022 con un signo positivo, lo que implicará que la Argentina muestre crecimiento durante dos años consecutivos por primera vez en más de una década. El ministro cree que se romperá la racha. La última vez que pasó eso fue en el bienio 2010-2011.

Guzmán apuesta a que el país crezca 5,5% este año con un acuerdo con el FMI

Efecto acuerdo con el FMI: Argentina crecería 5,5%

Un informe interno del ministerio de Economía, al que tuvo acceso iProfesional, mensura que el PIB crecería este año en torno al 5,5%. Para hacer la proyección, el equipo económico considera que los precios de las materias primas que exporta la Argentina se mantienen en los niveles actuales.

También hay que considerar que el fuerte crecimiento del año pasado -que alcanzó al 10,3%- dejó un arrastre estadístico de 3 puntos para este año. Eso significa que sobre ese nivel, la economía debería expandirse algo más para llegar al punto que estima Guzmán.

El ministro le otorga un gran potencial a la estabilidad cambiaria. Cree que, en la Argentina, cuando la sociedad se convence de que no habrá una devaluación, cae la demanda de divisas y una parte de lo ahorrado en dólares en los años anteriores se vuelca a la economía real generando una especie de círculo virtuoso.

La gran apuesta es a que la mejora se sienta en la economía real. Empezando por los empresarios, desde los grandes a los más pequeños, que vienen sufriendo la continua desestabilización del mercado cambiario.

La ampliación de la brecha del dólar y, sobre todo, la escasez de divisas presionó sobre los precios y amenazaba con enfriar la actividad económica.

Ahora, uno de los grandes desafíos del equipo económico pasa por convencer a los empresarios de que habrá divisas para poder importar insumos sin mayores problemas. Y que también afloje la dinámica dolarizadora de los ejecutivos, que compraban billetes verdes en el canal "alternativo", llegando a pagar más de $230 por dólar.

Es muy probable que los saltos del dólar vayan más rápido, tras confirmarse acuerdo con el FMI

Eso sí, dentro del equipo admiten que lo más complicado será enfriar las expectativas inflacionarias.

Según la visión en el Palacio de Hacienda, el acuerdo con el FMI en el capítulo de las tarifas ayudará a darle previsibilidad a los consumidores y también a los empresarios. Unos y otros saben ahora que para el 90% de los usuarios, el costo de la luz y el gas se actualizará por debajo de sus ingresos.

Efecto FMI: se puede acelerar la suba del dólar oficial

¿Y el dólar oficial? Lo que se sabrá a partir de hoy mismo es si, tal como lo había previsto Miguel Pesce, el Banco Central acelera el "crawling peg" (minidevaluaciones diarias).

Ahora que hubo acuerdo y sólo quedan "formalidades" por cerrar, es muy probable que esos saltitos diarios vayan más rápido. Al menos hasta que comience la liquidación de la cosecha gruesa.

El desafío es muy importante: con una inflación que se ha ido acelerando en las últimas semanas, una devaluación diaria más profunda podría empeorar la dinámica de los precios. Para febrero y también para este mes de marzo, las consultoras aguardan un índice que debería situarse cerca del 4%. O incluso algunas décimas más. Con los alimentos, una vez más, como uno de los rubros más calientes.

El Gobierno cree que los próximos meses serán determinantes para mejorar las expectativas. Y que la única forma de lograrlo es con una desaceleración en la suba de los precios.

"La inflación es la principal preocupación del Gobierno", admitió Alberto Fernández en su discurso de ayer. Ahora llega la etapa de mostrar resultados, con la hoja de ruta acordada con el FMI. Nada menos.




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