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Máximo Kirchner ensayó un fundamento para su radicalización, pero esto puede dificultar el avance de proyectos que necesita la Casa Rosada.
Máximo Kirchner encontró un tótem que ampare su postura del viernes último en la Cámara de Diputados, cuando aceleró el naufragio del proyecto de presupuesto para el año que viene, y que podría guiar sus pasos de aquí en más, obstaculizando cualquier eventual acuerdo con la oposición.
En la quinta Olivos, donde no deja de ser habitual el asado que se vuelve cada vez más inaccesible para las clases populares a las que se les prometió, al jefe de la bancada oficialista en Diputados se lo oyó decir que la oposición en el Congreso "sólo quiere hacerle daño al Gobierno", por lo que no acompañará ninguna medida impulsada por el Ejecutivo.
La caracterización sin matices del conglomerado opositor (básicamente, Juntos por el Cambio), sería el nuevo mantra al que se abraza el flamante titular del PJ bonaerense, prescindiendo de cualquier mirada introspectiva a modo de autocrítica por el fallido resultado de la mañana del viernes 17/12.No hubo revisión en Olivos -relatan las fuentes- de la mala praxis que le adjudican dentro del propio oficialismo al hijo de la vicepresidente Cristina Kirchner y que derivó en el abroquelamiento de toda la oposición (dividida en distintos interbloques) en contra del proyecto de presupuesto 2022.
El "van a oponerse a todo" que se le escuchó decir a Máximo en la cumbre encabezada por Alberto Fernández pretende ser un paraguas con el que el líder de La Cámpora justificará una radicalización que no daría lugar a negociaciones.
Esto, más que una demostración de fuerza del hijo de la Vice, sería en un dolor de cabeza para la Casa Rosada. Si el jefe de la bancada del Frente de Todos en la Cámara de Diputados sigue desconociendo la nueva realidad de un oficialismo en minoría -como ocurrió en el debate por el Presupuesto- los resultados difícilmente sean mejores al obtenido el 17D.
¿Cómo hará el bloque del FdT para conseguir los votos que le faltan si su jefe se encapricha en preconceptos que sólo pueden dinamitar puentes?
Un dato: en la legislatura bonaerense, JxC ya habla de la "Doctrina Máximo" para definir el tono con el que el gobierno de Axel Kicillof pretende aprobar su próximo proyecto de presupuesto. En un plenario de comisiones, los legisladores opositores se quejaron por el persistente ataque a la gestión de María Eugenia Vidal durante la defensa del proyecto por parte del ministro de Hacienda, Pablo López.
“No es recomendable en una casa de acuerdos comenzar una reunión hablando todo lo que hizo mal la gestión anterior porque nos predispone mal, ministro”, disparó Christian Gribaudo, jefe de los senadores de JxC.
La pulseada promete ser ardua.
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