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El Gobierno paga al FMI y las reservas quedan en estado crítico

 Presentan la «autopsia» del stand-by 

Límite. Gira hoy unos US$1855 millones para honrar el segundo vencimiento de capital, lo que reducirá la tenencia neta del Central hasta dejarla en torno de US$3500 millones
Fernández y Georgieva, durante la charla que mantuvieron la semana pasada

El Gobierno concretará hoy el pago al Fondo Monetario Internacional (FMI) de la segunda cuota del capital del préstamo recibido por la administración Macri entre 2018 y 2019.

Abonará un total de 1326,71 millones en derechos especiales de giro (DEG) la moneda del organismo, suma equivalente a unos US$1855 millones al cambio actual. La erogación se hará a menos que prospere en la Justicia el pedido de una medida cautelar realizado ayer por el vicepresidente del Banco Nación, Claudio Lozano, y otros dirigentes para tratar de suspender el pago.

El 93% de DEG recibidos

Usará para ello el 93% de la posición que le quedaba de los 3055 millones de DEG recibidos a fin de agosto, luego de que el organismo resolvió hacer una asignación general por el equivalente a US$650.000 millones para reforzar la liquidez global afectada por la pandemia y complementar los «activos de reserva» de los 190 países que son miembros.

Esa tenencia, que quedará ahora reducida a unos US$220 millones, suponía hasta ahora el 39,8% del total de reservas netas con que contaba el Banco Central (BCRA), razón por la cual esa tenencia caerá hasta quedar en torno de los US$3500 millones, si se suman a ese remanente la posición en oro y una mínima tenencia cash.

El BCRA recibirá del Tesoro otra letra intransferible

Es un monto en todos los casos inferior al 10% de la tenencia bruta total por US$41.100 millones que reporta (y se mantendría, ya que el BCRA recibirá del Tesoro otra letra intransferible para sumar a su empapelado patrimonio) y que para el país representa apenas entre 21 y 24 días de importaciones, contando que el saldo de compras externas promedio en lo que va del año fue de US$5100 millones/mes.

El comparativo con el nivel de compras externas necesarias para que la economía local funcione es para los analistas el dato «más relevante».

«Es una cifra que da una cabal idea del predecible y crítico nivel de vulnerabilidad macroeconómica en que nos encontramos», apunta Federico Furiase, economista de la consultora Anker Latinoamérica.

«Marca que volvemos a estar presos de un modelo flujo-dependiente, es decir, dependiendo del ingreso de los dólares básicamente de la cosecha y de lo que ayude, por caso, el clima, como hace un año. El problema es que esa apuesta, que este año funcionó por el salto que tuvieron los precios de las commodities, el próximo tal vez no funcione», remarca.

Algo de eso ya se está viendo. Un equilibrio muy inestable

El BCRA dejó de sacrificar reservas por intervenciones en el mercado oficial de cambios desde hace siete ruedas (recompró incluso unos US$25 millones).

Claro que fue tras haber perdido en este tipo de operaciones US$369 millones en la primera quincena del mes, lo que la convirtió en la peor primera parte para un diciembre desde 2015, es decir, el momento en que la administración Macri se aprestaba a desarmar el cepo y a convalidar una devaluación del peso, lo que disparó la demanda e hizo que el BCRA dilapidara entonces en ventas unos US$1700 millones en pocos días.

«Lo sugestivo es que esta racha se cortó con un fuerte ajuste del volumen operado en el segmento spot, que pasó de un promedio móvil de cinco días de US$831 millones el 10 de diciembre a uno de US$349 millones al cierre de la semana (-58%), lo que nos hace sospechar que comienza a haber ciertas restricciones LANACION y coincidió en apuntar un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI).

Para el economista Andrés Borenstein, director de EconViews, la tenencia propia de reservas del BCRA quedará levemente por debajo de los US$3500 millones tras el giro de hoy, «un monto muy similar al que mostraba en noviembre del año pasado o diciembre de 2015 en la previa del cambio de gobierno», recuerda.

Expectativas devaluatorias

Lo complejo es que a esa misma situación se llega en un momento de elevadas expectativas devaluatorias e inflacionarias, lo que puede hacer que se disparen aún más.

La muy frágil posición real de reservas es un dato que condiciona a toda la economía, en especial dado el muy exigente calendario de vencimientos de deuda que enfrenta el país en los próximos meses.

Solo entre enero y febrero hay compromisos de pago por US$1117 millones también con el FMI (US$738 millones y US$379 millones en cada mes), a lo que se agregan US$195 millones al Club de París (por el acuerdo cerrado para retrasar un pago final a la tasa del 9% anual avalada por el hoy gobernador Axel Kicillof cuando era ministro de Economía en 2014 y refrendada meses atrás por Martín Guzmán).

Y deben computarse además los «casi US$700 millones que habrá que pagarles el 9 de enero a los bonistas que aceptaron la última reestructuración de deuda», apunta Borenstein.

Se trata de compromisos que los mercados no ignoran, lo que explica la nueva disparada que ensaya en los últimos días el riesgo país o el costo de los seguros contra un posible nuevo default argentino.

«Si los agentes económicos algo saben es que este nivel crítico de reservas puede obligar a fortalecer el cepo, ya sea frenando más importaciones o prohibiendo otras compras, o a devaluar más rápido, lo que genera un efecto secundario sobre la confianza y la demanda de pesos en momentos en que más necesitarías que esa demanda repunte», advierte Borenstein.

No incrementaría la desconfianza

La apuesta oficial es que este gesto sirva para que el FMI reembolse al menos los US$3900 millones de capital reintegrados si se llega a un acuerdo por el total de la deuda.

Para los analistas de Facimex Valores, por el contrario, el pago al FMI no incrementaría la desconfianza del mercado por el impacto que tendrá en las reservas.

Suponen que el Gobierno «no tendría incentivos a efectuarlo si no planeara cerrar un nuevo programa con el FMI en el corto plazo o no tuviera una alta convicción de lograrlo». «El monto comprometido es una cifra demasiado importante para transitar un hipotético escenario de no acuerdo. No tendría sentido arriesgar una porción tan importante de las reservas netas si no se buscara arreglar con el FMI.

Claramente, estamos ante un gesto elocuente en favor de un acuerdo, mucho más importante que cualquier declaración», sostienen.

Claro que, según el propio presidente Alberto Fernández, el escenario de un posible acuerdo se volvió a estirar en los últimos días. «El deseo es que podamos acordar cuanto antes, pero se me planteó que, desde mañana hasta que termine el año, el Fondo quedará cerrado por las Fiestas, así que volveremos en enero a tratar de avanzar», sostuvo en relación con la charla que mantuvo días atrás tras el rechazo al presupuesto con la directora del organismo, Kristalina Georgieva.

Presentan la «autopsia» del stand-by

El FMI difundirá hoy su evaluación sobre el fallido programa stand-by por el que se desembolsaron US$44.000 millones a la Argentina entre 2018 y 2019. Es parte de una práctica habitual por la que el organismo intenta desentrañar qué falló e hizo que no se pudiera evitar una crisis.
En la elaboración del informe, que su directorio terminó de revisar en estas horas, trabajó en los últimos meses el economista noruego Odd Per Brekk.
El organismo anunció ayer además la aprobación del 5º y último tramo de asistencia de emergencia para el servicio de la deuda de 26 de los países más pobres del mundo, la mayoría ubicados en Asia y África, en un intento de ayudar a reducirla y sobrellevar la crisis provocada por la pandemia.

Fuente: La Nación