La pandemia del nuevo coronavirus
afectó en parte a la economía argentina sumada a otras variables, y eso
produjo que la situación macroeconómica actual sea muy delicada, reconoció
Sebastián Galiani, Profesor de Economía en University of Maryland al
participar de la Conferencia Anual de la Fundación de Investigaciones
Económicas Latinoamericanas (FIEL) realizada en formato online.
De acuerdo con el economista, el timing de la corrección económica aún es
incierto. "Si esa corrección es planificada va a necesitar mucha audacia
política y pericia técnica para poder desarrollarse", dijo Galiani. Se puede
abrir una oportunidad si la corrección se da antes del 2023, cuando termina el
actual mandato de gobierno aunque para volver a crecer se necesita mucho más
que reordenar la macroeconomía y los precios, "necesitamos una revolución
capitalista, es imposible crecer sin integrarse al mundo", sostuvo.
El gran problema del país es el gran gasto público que pasó de 22 puntos
del Producto Bruto Interno (PBI) a 45 puntos del PBI desde el gobierno de
Mauricio Macri de 2015 al actual de Alberto Fernández.
Según Galiani, el déficit estimado de 2021 no financiero estará arriba de
los 5 puntos, donde sumado a intereses del Banco Central más el déficit de
las provincias será de 7.9 puntos. "Esto no se puede financiar. Aún con
control de precios, 50% de inflación no alcanza para financiar este
déficit", sostuvo y destacó que se debe sanear la hoja de balance de la
entidad monetaria.
Actualmente la economía argentina tiene los asiduos fantasmas de los
gobiernos del peronismo con bajo nivel de reservas, déficit alto, alta
inflación y brecha cambiaria. En este punto, el profesor advirtió que si hay
una eclosión económica/política antes del fin del mandato, "la respuesta es
imposible de aventurar" mientras que si no la hay, el próximo gobierno
recibirá en 2023: déficit consolidado total del 9 puntos, atraso serio de los
precios, brecha cambiaria asfixiante y un estado disfuncional con una
inflación de más del 60%.
Con esto Galiani indicó que entre los desafíos estructurales del próximo
gobierno estará la integración al mundo donde se debe retomar la firma
tratados comerciales
Estado
de impuestos y la reforma sindical, reforma de la coparticipación de impuestos
y reforma sindical.
"Hacer esto es técnicamente muy difícil. Las ventanas de oportunidad son
limitadas. Es imprescindible conformar desde ahora equipos técnicos apoyados
por el sector privado para planificar estas soluciones hasta el detalle. Los
planes deben hacerse antes, no cuando se asume el poder", explicó.
A continuación, Daniel Artana, Economista Jefe de FIEL repasó que aún con
la situación de crisis económica actual, el año 2021 tuvo tres factores muy
favorables para las cuentas externas y el fisco como el precio de la soja, el
ingreso de los Derechos Especiales de Giro del Fondo Monetario Internacional
(FMI) e ingresos fiscales excepcionales como el aporte solidario. Pero con esto
advirtió que la situación es compleja dado que algunas de estas variables
favorables no se repetirán en 2022 por lo cual, la situación de la economía
puede ser aún peor.
Para los próximos meses, el panorama externo es menos favorable advirtió
Artana al mencionar el riesgo sequía, la situación política en Brasil y el
precio de la soja.
"A pesar de suba de ingresos del Gobierno del 22 puntos del PBI para 32
del puntos del PBI donde el gruesos son impuestos, tenemos un gran déficit
fiscal. Hay un exceso de gasto. Argentina tiene una presión tributaria similar
a la de Brasil, pero muy por arriba de la media de los países de Latam",
explicó.
Artana destacó que los impuestos en cascada como los tributos a las
exportaciones, a las importaciones, a los Ingresos Brutos, y al cheque,
"generan distorsiones que impactan en la producción, este es el gran problema
de Argentina. Para mejorar la recaudación debemos solucionar estos impuestos
distorsivos".
Finalmente, el economista indicó que el problema es que el Gobierno actual
toma decisiones como si fuera el 10 de diciembre y recién asumiera en el poder
pero la realidad es que le quedan dos años del gobierno para poder terminar su
mandato. "Si Argentina arregla la situación fiscal va a poder bajar la tasa
de inflación y bajar la volatilidad", finalizó.
Agencia CMA LatAm