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El pedido para el 15 de noviembre de los empresarios vuelve a apuntar al consenso pero también suma ejes clave vinculados a precios, impuestos y deuda. Uno a uno, los reclamos sectoriales y los riesgos que advierten.
A cuatro días de las elecciones legislativas generales, los empresarios abogaron por las medidas a implementar por el Ejecutivo y el nuevo Congreso y reclamaron consensos a partir del 15 de noviembre entre las fuerzas productivas, sociales y políticas para que la situación económica no empeore.
Así lo señalaron Alfredo González y Ricardo Diab de la Confederación Argnetina de la Mediana Empresa (CAME), que piden "políticas ecaces que le permitan a la Argentina corregir serios desequilibrios económicos y sociales". Para eso consideraron que se necesita un consenso de las fuerzas productivas, sociales y políticas de la Argentina y "gestos de amplitud, compromiso y esfuerzo colectivo" para no profundizar la pobreza, recesión y desinversión.
"A partir del 15 de noviembre la dirigencia de todos los espacios políticos, sindicales y empresariales deberá hacer su contribución en la solución de temas sensibles que no pueden esperar", detallaron los representantes de pymes y comercios. Entre esos puntos detallaron:
PRESIÓN TRIBUTARIA Y LABORAL
Para la CAME, es necesario "rediseñar un esquema tributario que permita el crecimiento y desarrollo de las pymes sin por ello desnanciar al Estado". En ese sentido, abogaron por un "sistema progresivo" que vaya reduciendo la carga impositiva vinculada tanto a la generación de empleo como la que recae sobre los trabajadores.
INACCIÓN
En medio de las negociaciones sectoriales para definir canastas de precios, los empresarios consideraron que se debe generar un camino de estabilización en materia de precios. Según CAME, para eso es necesario trabajar en la ampliación de la oferta. "Evitar la consolidación de monopolios es una tarea inexorable", agregaron.
Para el secretario de Comercio, Roberto Feletti, después del congelamiento se debe generar una canasta regulada, consensuada y estable para evitar que los precios erosionen los ingresos de los sectores populares.
ACCESO AL CRÉDITO
Los empresarios también pusideron el foco en la falta de crédito y reclamaron al nuevo Congreso que trabajen en el diseño y la puesta en marcha de "políticas destinadas a las pymes en el acceso al crédito bancario con tasas y plazos que les permita al sector nanciarse y reinvertir".
PROMOCIÓN DEL EMPLEO
Otro de los focos de reclamo del sector privado, donde se ve hasta ahora el mayor grado de coincidencia con el Gobierno y la oposición es la promoción del empleo con incentivos especiales para que las pymes amplíen la oferta laboral y preserven los puestos de trabajo generados.
En el Coloquio de IDEA el mes pasado, la entidad empresaria presentó tres propuestas para aumentar la generación de empleo de la mano de un régimen laboral de emergencia que incentive la formalización, con bonificaciones temporales en cargas patronales privilegiando al empleo joven y un nuevo esquema temporal para desvinculaciones.
IMPULSO AL CONSUMO
En medio de la caída de los ingresos se encaminan a perder una vez más contra la inflación pese a la promesa oficial, CAME considera que se debe generar un plan de incentivos al consumo que permita reestablecer el círculo virtuoso del mercado interno, apuntalando a la pequeñas y medianas industrias, comercios y prestadoras de servicios en un esquema de promoción de productos nacionales y regionales.
DEUDA
Uno de los puntos para los representantes del sector privado es que se establezcan "parámetros sustentables para la negociación de la deuda argentina", un eje que está en línea con la visión del ministro de Economía, Martín Guzmán, que busca que el nuevo programa con el FMI pase por el Congreso.
Para los empresarios, es necesario que "sin incumplir los compromisos asumidos por el Estado nacional, cualquier programa de pago de capitales e intereses no termine por asxiar la alicaída economía nacional".
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FEDERALISMO
El último de los puntos es la generación de políticas con una visión federal, que permitan integrar las diferentes regiones productivas del país "en un programa de incentivo amplio, con zonas que gocen de benecios impositivos y alcancen la conectividad territorial que exigen los mercados actuales".
El reclamo de CAME está en línea con otras entidades, que abogan también por una coordinación impositiva a nivel federal para evitar la superposición de gravámenes.
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