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En la industria farmacéutica creen que el Gobierno le prorrogará de manera automática el contrato para la provisión de la vacuna.
Tras haber quedado envuelto en varios escándalos vinculados a la pandemia del Covid-19, Hugo Sigman ahora presiona para mantener bajo su órbita el negocio de la provisión de la vacuna antigripal.
A través de su firma Sinergium Biotech, Sigman tiene el monopolio de la provisión de la vacuna antigripal desde el año 2010, cuando Juan Manzur era ministro de Salud de Cristina Kirchner. El contrato, que en principio era por diez años, vence en marzo de 2022 gracias a una extensión que Sigman logró en 2013.
Fuentes de la industria farmacéutica dijeron a LPO que creen que Sigman tiene garantizada una prórroga automática de ese contrato para seguir monopolizando la provisión durante al menos la próxima campaña de vacunación. Algunos temen que incluso pueda obtener un plazo más extenso.
Las fuentes del sector explicaron que posiblemente argumenten que no habrá tiempo para una licitación ya que la campaña de vacunación se diagrama con algunos meses de anticipación y se estima la cantidad de dosis que serán necesarias.
Fuentes de la industria farmacéutica dijeron a LPO que creen que Sigman tiene garantizada una prórroga automática de ese contrato para seguir monopolizando la provisión de la vacuna antigripal. En el gobierno lo niegan y afirman que habrá una nueva licitación para 2023
En el Ministerio de Salud dijeron a LPO que el contrato no está vencido y negaron que haya sido prorrogado, como sostienen en el sector farmacéutico.
En la cartera explicaron que la campaña 2022 está incluida en el actual contrato (que vence en marzo del año próximo), y que para 2023 habrá una nueva licitación. Se seguirán los procesos, aseguraron.
Tres días después de la cumbre con Ginés en Madrid, Sigman se queda con un contrato de $2600 millones
Otro punto que marcan los colegas de Sigman en el sector farmacéutico es que el empresario no cumplió con la transferencia de tecnología para la producción primaria de antígenos en su planta de Garín, algo que estaba previsto para cuando finalice el contrato. En 2017 Sigman anunció una inversión de 50 millones de dólares para la construcción, que tenía un plazo de dos años.
El de la vacuna antigripal podría convertirse en otro capítulo de los polémicos vínculos de Sigman con Alberto Fernández, que tuvo su punto más álgido en la decisión del gobierno el año pasado de apostar todo a su desarrollo de la vacuna contra el Covid junto a AstraZeneca, lo que terminó generando serias demoras en la campaña de vacunación porque tardaron meses en entregar las dosis comprometidas.
Sigman fue señalado por la oposición como el responsable de haber trabado las negociaciones con la estadounidense Pfizer, que podría haber entregado dosis muchos meses antes de lo que finalmente lo hizo. El empresario amigo de Ginés González García también fue apuntado por trabar las charlas con la rusa Sputnik, una negociación que finalmente se terminó por fuera de la órbita del entonces ministro de Salud.
Pero Sigman no se quedó solamente con el negocio de AstraZeneca e intervino para intentar monopolizar la importación de la vacuna china Sinopharm, aunque finalmente el tema se resolvió entre Estados. El dueño del Grupo Insud anunció el año pasado negociaciones para producir esa vacuna en el país y también apuesta a quedarse con la producción de una vacuna con tecnología de ARN mensajero.
Durante la pandemia Sigman también consiguió que el Gobierno le comprara de manera directa toda su producción de suero equino, un desarrollo contra el Covid que genera algunas dudas en la comunidad científica. Al mismo tiempo se quedó con otros contratos como el de la vacuna contra el HPV.
En los últimos meses Sigman logró otro jugoso acuerdo, aunque en este caso con el gobierno de Axel Kicillof que le compra a su laboratorio ELEA la copa menstrual que reparte de manera gratuita en la provincia de Buenos Aires.
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