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La inflación de Brasil se aceleró más de lo esperado a principios de octubre mientras el banco central se prepara para aumentar el ritmo de las alzas de tasas de interés para contrarrestar un mayor gasto público.
Los precios al consumidor aumentaron 1,2% frente a un mes antes y 10,34% con respecto a un año antes, informó este martes el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Los economistas encuestados por Bloomberg esperaban un aumento de 1% frente a mediados de septiembre.
Los costos del transporte y las viviendas, que se elevaron 2,06% y 1,87%, respectivamente, fueron los principales contribuyentes al alza de precios, indicó la agencia de estadísticas.
El Banco Central de Brasil está bajo una creciente presión para tomar medidas más drásticas contra la inflación después de que el presidente Jair Bolsonaro dijera que ampliaría los programas de transferencia de efectivo para los pobres antes de las elecciones del próximo año. Los encargados de política monetaria ya han elevado las tasas en 425 puntos básicos este año en medio de los mayores costos de la electricidad y los alimentos. Los operadores apuestan por un aumento de al menos 150 puntos básicos para el miércoles.
El banco había señalado que esta semana se anunciaría un alza de un punto porcentual completo en medio de su intento por llevar los precios al consumidor a su objetivo de 3,5% para 2022. Sin embargo, el anuncio de la semana pasada de que el Gobierno buscaría eludir un límite de presupuesto establecido por la Constitución renovó las apuestas de una inflación más rápida.
Los economistas esperan que los precios al consumidor de Brasil terminen el próximo año en 4,40%, según una encuesta del banco central publicada el lunes. Los analistas también elevaron sus previsiones para 2023 por encima del objetivo de ese año de 3,25%.
