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La ministra de Salud dijo que no hay inconvenientes en traer 1200 personas. En la Rosada quieren capitalizar la renuncia de Colombia como sede. El kirchnerismo se opone pero el presidente recibió al titular de la Conmebol.
Alberto Fernández avanzó en las negociaciones para que se juegue la Copa América en la Argentina en medio de la cuarentena que ordenó por la suba descontrolada de casos de coronavirus.
En otro día de más de 35 mil contagios, el presidente recibió en Olivos al paraguayo Alejandro Domínguez Wilson-Smith, titular de la Conmebol, la asociación del fútbol sudamericano, para presentarle el protocolo "estricto" con el que quiere que la Copa se juegue enteramente en suelo argentino luego de que Colombia se bajara de la organización.El Gobierno ahora se pelea con Colombia por la deportación de Grabois
La mitad del certamen y la final se iban a jugar en el país gobernado por Iván Duque, que se hizo a un lado de la organización por la crisis institucional y social que atraviesa Colombia.
Recibir 1200 personas con un protocolo muy estricto no es una situación epidemiológica de gran relevancia.
En una reunión en Olivos, Alberto y Domínguez evaluaron los aspectos organizativos y logísticos -con la eventual habilitación de sedes adicionales, como los estadios de Estudiantes de La Plata y Vélez Sarsfield- y todo lo concerniente a los protocolos sanitarios.
"El análisis de la disputa de esta Copa América y sus protocolos sanitarios, para que se pueda organizar en el país, quedará bajo el riguroso estudio de funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación, en el marco de la pandemia del coronavirus", difundió el Gobierno.
Aunque la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ya había dado el visto bueno en las últimas horas por pedido de la Rosada. En diálogo con TN, Vizzotti dijo que "recibir 1200 personas con un protocolo muy estricto no es una situación epidemiológica de gran relevancia"
"Desde el punto de vista epidemiológico nosotros esperamos que de acá al cumplimiento de estos nueve días de medidas más intensivas podamos detener la curva de aumento", dijo la ministra.
Vizzotti aclaró que suspender la Copa por la situación epidemiológica también es una de las posibilidades que se analizan. Sin embargo, la posición de Alberto, Santiago Cafiero y Matías Lammens es de organizar la Copa.
En la Rosada creen que más allá de las críticas que pueda recibir Alberto por dedicar recursos para organizar un torneo de fútbol mientras ordena que la gente se quede en sus casas, el presidente terminará capitalizando la imagen de anfitrión luego de que Duque se bajara de la organización.
En algunas competencias deportivas nos está faltando poder entender, y no intentar sostener a toda costa. Si lo decimos para las elecciones, cómo no lo diríamos para una copa, más allá de que son menos personas y se pueden hacer protocolos muy buenos.
El principal obstáculo para Alberto para tener su Copa América en Argentina no es la pandemia, sino el kirchnerismo duro. "Suspendimos el fútbol local pero el internacional no, hay que ver si el virus hace la misma distinción", ironizaron en el kirchnerismo.
El viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, le dijo a El Destape Radio que "en algunas competencias deportivas nos está faltando poder entender, y no intentar sostener a toda costa, lo que estamos viviendo".
Nicolás Kreplak y Axel Kicillof.
"Si lo decimos para las elecciones, cómo no lo diríamos para una copa, más allá de que son menos personas y se pueden hacer protocolos muy buenos", dijo Kreplak en un dardo a la Conmebol y la Rosada.
"El kirchnerismo talibán le bajó el pulgar a la Copa", aseguran a LPO fuentes al tanto de la organización del certamen. En el mundo del fútbol se habla de jugar la copa en Estados Unidos, que vive una situación de mayor tranquilidad por el avance de la vacunación tras ser el país más afectado en el primer año de la pandemia.
