El Congreso vuelve a estallar y dirigentes del Frente de Todos mostraron su disgusto ante un nuevo proyecto sobre evitar abusos contra detenidos e impedir la superpoblación carcelaria, que podría generar chispazos en el Frente de Todos.
En la teleconferencia organizada por los diputados del Frente de Todos Carolina Gaillard y Hugo Yasky, participaron voces críticas con el colapso penitenciario, que adjudicaron a las restricciones de las salidas transitorias y al régimen de flagrancia, un sistema implementado en 2016 que permite un juicio sumarísimo a quienes sean hallados en el momento del delito.
Una de las expositoras fue la subsecretaria de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia e interventora del Servicio Penitenciario Federal (SPN), María Laura Garrigos, quien reconoció que las cárceles y las comisarías están abarrotadas y nada podrá cambiar en su gestión.
Martín Soria, ministro de Justicia de la Nación, comenzó a moverse y polarizar con diversas medidas, ya sea con debates abiertos o proyectos de ley como el que hace un mes el Ejecutivo envió al Senado para modificar el régimen de disciplina en el Servicio Penitenciario, con límites precisos a las autoridades carcelarias.
Para supervisarlas, el proyecto crea una Comisión de Disciplina, integrada por personal superior de igual "jerarquía y rango" que los carceleros, uno abogado o abogada, quienes controlarán que no haya sanciones por encima de las tipificadas y se respeten los "principios de lesividad, necesidad, razonabilidad y proporcionalidad".
También se promueven mecanismos alternativos antes de aplicar sanciones, un "abordaje técnico e interdisciplinario de los problemas de convivencia" y comprobar cada falta antes de tomar medidas, que además no podrán afectar "la salud y la dignidad de las personas".
Quedarían prohibidas las sanciones corporales, la falta de acceso a comida, el encierro en celdas sin acceso a sanitarios y en ninguna situación se podrá castigar a mujeres embarazadas. Y, sobre todo, la ley busca garantizar el derecho a defensa de los detenidos, quienes no podrían dejar de recibir visitas o quedar incomunicados. ¿Qué opinas?
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