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La consultora Taquion realizó un amplio estudio en el cual se repasaron los temas de la realidad argentina de hoy y los sentimientos de la gente en el día a día. El miedo, el desinterés y la vergüenza son los predominantes en un tiempo de pandemia, corrupción política y redes sociales. La radiografía de un país profundamente afectado por la política y un humor manejado por los medios. Cómo está la imagen de los políticos en un tiempo de desconfianza.
Sin dudas, hace varios años que Argentina vive una etapa de convulsión en todos los órdenes. Difícil es recordar en los últimos tiempos, una seguidilla de años “tranquilos” donde reine la previsibilidad, algo por lo que muchos se van en búsqueda a otros destinos que pueden garantizar cierta estabilidad.
Por ello es que, para lograr reconocer ciertos lineamientos que permitan realizar un análisis sobre la realidad de un país con tanta diversidad de realidades, es importante recurrir a herramientas precisas manipuladas por auténticos profesionales. Al respecto, la consultora Taquion lanzó un estudio de los más completos donde analiza la diversidad de realidades que contiene el país en su interior.
La consulta, llamada “Monitor Nacional: los argentinos, el futuro y la actualidad”, fue realizada a más de 2500 personas mayores de 16 años a lo largo del país, e involucró las temáticas más influyentes de los últimos meses para conocer la reacción de la gente y su percepción de la realidad que los rodea (y muchas veces los asfixia). De este modo, el estudio se basó principalmente sobre medidas políticas tomadas por el Gobierno nacional en los últimos meses, e involucró temas como la vacunación, medidas económicas, la cuarentena, la vuelta a clases, el vacunatorio Vip y los precios.
Cabe aclarar que el estudio se llevó a cabo vía redes sociales. El miedo, el desinterés y la vergüenza fueron las palabras que más resaltaron en el estudio.
El miedo fue principalmente asociado por los encuestados a la vacunación y el coronavirus combinados con política. Esto quiere decir que cada vez que se politizó la vacunación, la gente asoció a la vacuna con un sentimiento de temor, algo lógico si se piensa que la casta política (en todo su espectro) usó un auténtico elemento salvavidas para hacer propaganda o para centrar críticas, manchando al remedio con intereses.
Cuando a los encuestados se les presentaron artículos imparciales o de corte netamente científico, la imagen de la vacuna mejoró considerablemente. Sin embargo, un 30% de los encuestados manifestaron seguir con miedo a aplicarse una vacuna, aún cuando se les mostró la publicación de The Lancet. Lo curioso es que, la grieta se manifestó en ese miedo. Solo el 8% de los encuestados tenían una imagen positiva de Alberto F. manifestaron temor a vacunarse, mientras que de los que manifestaron una imagen positiva en la figura de Mauricio Macri, el 48% dijo desconfiar de la vacuna.
De ese modo, es claro como la política influyó en términos perceptivos en una materia de salud pública que sin dudas debería estar fuera de la discusión. Eso no solo generó miedo, sino también desinterés.
Según el estudio, hay un amplio espectro de personas que están desinteresadas en la política, lo que los llevó a que no les interese el tema de la vacunación. Por el lado de la vergüenza, esta palabra surgió entre los encuestados cuando se les consultó por la vacunación VIP.
Esta temática junto las aguas que en otros tópicos están más divididas. El 72% de los encuestados afirmó haberse manifestado en las redes con respecto al tema, y una de las menciones más utilizadas fue la vergüenza.
“Las emociones que predominan son el enojo, la decepción e indignación, junto con un fuerte reclamo hacía el Gobierno nacional”, reza el estudio. Para la consultora, el tema será “central” en las elecciones de medio término de octubre.
Al parecer, ambos lados de la grieta sostienen una indignación común por hechos como este, aunque muchas veces los fanatismos o el orgullo políticos tapan los ojos. Además del miedo, el desinterés y la vergüenza, otros temas que se destacaron fueron la inseguridad, la desconfianza económica y el aumento de precios.
Con respecto a la inseguridad, el estudio manifestó un crecimiento de 7 puntos respecto al mismo estudio realizado el año pasado. Esto quiere decir que los encuestados se sienten más inseguros que en el 2020.
La desconfianza económica también creció, sobre todo con las medidas implementadas durante la cuarentena. El enojo predominó entre los sentimientos de los encuestados al enumerarse las medidas que tomó el Gobierno nacional frente al parate en la actividad.
Y en consonancia con esto último, el aumento de precios, donde predominó el cansancio. Esta temática tuvo a un 85% de los encuestados en contra, mientras que un 5% dijo aceptarlo, y otro 5% dijo no importarle.
Tal es el cansancio, que el 60% de los encuestados admitieron que aceptarían irse del país en diversas condiciones. Las oportunidades de desarrollo, el trabajo y la inseguridad son los tres temas que más preocuparon a los encuestados.
En conclusión, la desconfianza es muy grande y con el sector político a la cabeza la misma crece día a día, desde ambos lados de la grieta. El 68,3% de los encuestados admitieron que no confían en los políticos y en las soluciones que proponen, y menos aún en la Justicia (90% dijo desconfiar) o en los empresarios y medios (83,2% y 54%).
Por ende, la desconfianza es el resultado de tantos desmanejos, traiciones y fracasos sociales a lo largo del tiempo. Lamentablemente, ese es el común denominador de un país que parece no tener rumbo.
La imagen de la desconfianza.
En lo que respecta a la imagen de los referentes políticos, hay una alta negatividad general según el estudio. Para Alberto Fernández, la negatividad alcanzó un 53% entre los encuestados, algo impensado en los primeros meses de la pandemia.
Cristina Kirchner sostuvo un alto nivel negativo entre los encuestados con un 65%. Mauricio Macri hizo lo propio con casi 57% de negatividad.
El que pudo despegarse algo de la tendencia negativa fue Horacio Rodríguez Larreta, quien tuvo una negatividad del 39%, contra una imagen positiva del 37%. La intención de voto para el espacio de Juntos por el Cambio superó por apenas 3 puntos a la del Frente de Todos con un 29% de los encuestados, en medio de una grieta más viva que nunca para casi el 50% de los consultados.
