Entradas
La semana trajo numerosos datos que dan forma a la dinámica de la actividad económica durante el tercer trimestre del año. En primer lugar, el informe de avance de la actividad económica refleja que en el tercer trimestre la actividad económica se contrajo 10,2% respecto del mismo período del año previo y un crecimiento de 12,8% de forma desestacionalizada. Los sectores más afectados resultaron el de hoteles y restaurantes, con una baja superior al 61% interanual, seguido del segmento de la construcción, cuya baja fue de 27% y en menor medida el sector de transporte y comunicaciones que se contrajo 21%. Los únicos dos sectores que mostraron resultados positivos fueron el de intermediación financiera y el de electricidad, gas y agua, tras exhibir aumentos de 4,6% y 2,3% respectivamente.
Por el lado del empleo, que ya había mostrado resultados preocupantes durante el segundo trimestre del año, la tasa de actividad se ubicó en 42,3%, 5 puntos por debajo del año previo. Por su parte, la tasa de empleo en la misma magnitud y alcanzó 37,4%, mostrando un leve incremento respecto del trimestre anterior, aunque no sean estrictamente comparables. Con relación a la desocupación, se alcanzó un 11,7%, superando en 2 puntos porcentuales el guarismo del año previo, pero descendiendo también respecto del pico del trimestre anterior (13,1%). Por último, se destaca que la subocupación mostró un fuerte incremento respecto del trimestre anterior hasta alcanzar 13,4%, principalmente impulsado por el aumento de los subocupados demandantes de empleo.
Por otro lado, se dio a conocer el anteúltimo dato de inflación que mostró una leve desaceleración con respecto al mes inmediato anterior. Noviembre reflejó un incremento de 3,2% en el nivel general de precios, alcanzando de esta manera un resultado acumulado de 30,9% y de 35,8% en la variación interanual. De esta manera, se cortó con la racha de tres meses consecutivos en aumento. Sin embargo, la tendencia no fue la misma en la inflación núcleo, que no tiene en cuenta la evolución de los precios signados por factores estacionales o de bienes y servicios regulados, que alcanzó 3,9%, ubicándose por encima de la inflación de octubre.
En la misma línea, aunque por encima del registro previo, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (CBA) con respecto a octubre de 2020 fue de 4,2%, mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 3,7%. Las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron del 42,9% y 37,7%, respectivamente. De esta manera, para no caer por debajo de la línea de pobreza, un hogar de una familia tipo necesitó $ 51.775, mientras que la línea de indigencia, calculada en base al alcance de una canasta exclusiva de alimentos quedó en $ 21.537.
La semana financiera resultó ser bastante calma a partir de un mantenimiento de la brecha cambiaria y no presentar sobresaltos en las cotizaciones de los dólares paralelos. Por su parte, el riesgo país rompió la barrera de os 1.400 puntos que había alcanzado la semana previa. En esta semana, el Tesoro Nacional colocó US$ 750 millones en el mercado a una tasa superior al 16% en dólares con el fin de darle una via de escape a los fondos que quedaron en activos argentinos y presionaban sobre el tipo de cambio de contado con liquidación para buscar una salida de estos. Sin embargo, resta aún un caudal de más de US$ 9.000 millones que están en tenencia de inversores externos, que, de seguir dicha lógica, el incremento de la deuda debería aumentar en la misma proporción y a una tasa muy elevada dado el contexto global.
invecq
