Estamos atravesando la peor burbuja de la historia, y lo que pasó esta semana con Airbnb lo confirma.
Nadie quiere que la fiesta termine. Y como sucede en estos casos, todos están convencidos de que durará para siempre.
Esta semana tuvimos un IPO (siglas en inglés para Oferta Pública Inicial de Acciones) importante que se llevó las miradas de todo Wall Street: Airbnb.
Para los que no saben, Airbnb es un marketplace de hospedaje en domicilios particulares, que une a huéspedes y anfitriones y busca competir directamente con los hoteles.
El precio de IPO fue de 68 dólares por acción, pero sus acciones comenzaron a cotizar en bolsa por más del doble de ese valor y cerraron la semana en 139 dólares, con una suba de más del 100%.
La empresa viene coqueteando desde 2018 con su salida a la bolsa, y su historia estuvo a punto de terminar igual que el fiasco de WeWork en 2019.
Después de todo, estas empresas corren la misma suerte que muchos unicornios: grandes ideas conceptuales, pero máquinas de perder dinero.
Leyeron bien. Recuerden siempre que Airbnb desde que comenzó a funcionar, no ganó dinero en ningún año.
Y como si fuera poco, la pandemia del Coronavirus le dio una trompada en el mentón. Este mismo año estuvo, sin dudas, muy cerca de desaparecer.
Pero de golpe, todo cambió.
¿Qué pasó? Bueno, dos cosas.
Por un lado, cambió el contexto: volvió el dinero gratis y el mercado se encuentra en un momento de euforia total, con una notable sed por IPOs de nombres rimbombantes.
Y para poder darle al público lo que pedía, Airbnb también tuvo que cambiar.
La empresa hizo dos cosas: una feroz reducción de costos y cambió su estrategia de marketing de manera radical.
Seguramente se pregunten cuál fue el cambio de estrategia. Les cuento.
Previo a la pandemia, el fuerte de Airbnb eran las grandes ciudades: competir mano a mano con hoteles con precios más bajos y ciertas comodidades que sólo pueden otorgar las unidades residenciales.
Pero este año las personas se vieron obligadas a quedarse en sus domicilios, y la posibilidad de viajar lejos todavía continúa muy restringida. ¿Dónde viaja la gente ahora? Cerca de sus casas. Este es el cambio que hizo Airbnb. Ahora se focaliza en promocionar lugares que queden cerca de los hogares de sus usuarios, muchas veces recomendando pueblos alejados o poco turísticos.
Si entramos en la web de Airbnb nos encontramos con este nuevo lema: |