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Sigue el conflicto policial y el Presidente salió al cruce con dureza

“Esto no se resuelve escondidos en patrulleros tocando bocina”, lanzó Alberto Fernández, mientras se agrava el conflicto con la Policía Bonaerense. Miles de efectivos continúan manfiestándose en distintos puntos de la Provincia en demanda de un aumento salarial, la conformación de una mesa de diálogo y mejoras en las condiciones laborales. La protesta llegó a las puertas de la Residencia de Olivos.
“El gobierno nacional no se va a hacer el distraído, va a afrontar el problema como lo hacemos siempre junto al gobernador, Axel Kicillof. Somos dos amigos en la misma causa y estamos comprometidos con lo mismo”, dijo Fernández tras su duro mensaje a la Policía Bonaerense. El Presidente se puso así en la primera línea de respuesta, con lo cual asume de hecho la connotación política nacional que tiene el conflicto.
La presencia de efectivos en el predio conocido como Puente 12, en La Matanza -donde el ministro Sergio Berni instaló hace un tiempo su puesto de comando diario-, fue creciendo en los últimos tres días. Algunos de ellos con uniforme; otros de franco y de civil, y la mayoría acompañados por familiares y junto a móviles policiales cuyas sirenas hicieron oir en señal de protesta. Pese a que el gobierno bonaerense de que habrá aumento salarial, las protestas no paran de crecer.
El jefe de la Policía bonaerense, Daniel “Fino” García, se acercó el martes a los manifestantes y les aseguró que no habrá represalias por la participación en estas protestas. García recibió una mala respuesta. Poco más tarde, se supo que pidió la renuncia luego que este fuese rechazado como interlocutor válido en la protesta, pero Berni la rechazó.
Los efectivos reclaman por falta de móviles para trabajar y por la hora adicional, que “se paga 40 pesos”, como parte de un listado de 14 puntos que entregaron al Gobierno bonaerense y que incluye también mejoras en las condiciones laborales. Los agentes, agremiados de manera informal, dado que no tienen permitido un sindicato oficial, denuncian que registran “un retraso del 30%” en sus salarios y reclaman aumentos de hasta el doble de lo que actualmente perciben. Para la primeros escalones, el sueldo base ronda los 35 mil pesos, según informan. Es la casi la mitad de lo que percibe un policía de la Ciudad de Buenos Aires.
También piden la democratización de la fuerza y el derecho a la “sindicalización” y que no se apliquen sanciones a los policías que participan de estas manifestaciones, que se replicaron en los últimos días en La Plata, Berisso, Ituzaingó, Almirante Brown, Morón, Merlo, Quilmes, San Miguel, Azul, Malvinas Argentinas, Pilar, José C. Paz, Avellaneda, Lomas de Zamora, Tres de Febrero, Junín, Bahía Blanca,, Necochea, San Nicolás, Pinamar, Villa Gesell, Olavarría, Pehuajó, Tres Arroyos, Pergamino, y Mar del Plata.
Las protestas comenzaron días después de que el presidente Alberto Fernández anunciara un plan contra el delito en Buenos Aires, con una inversión de $ 38.000 millones destinada a la construcción de cárceles, la adquisición de equipos para la policía y el envío de 3957 gendarmes a las calles.
En la Casa Rosada dejaron trascender que hay enojo en el gobierno nacional por la falta de previsión en este tema y la subestimación de la situación de malestar reinante en la fuerza. El gobierno bonaerense ratificó en a Sergio Berni en su puest. Pero en ambas administraciones hay preocupación de que el conflicto continúe creciendo y se contagie a otros sectores y jurisdicciones.
Anoche, se conoció que el Servicio Penitenciario Bonaerense se sumó al reclamo de la policía y pidió al Ministerio de Justicia provincial un aumento salarial de 56%.