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La cartera que conduce el dirigente de La Cámpora, Andrés Larroque, gastará 516 millones de pesos por alimentos que puede conseguir por menos de 365. La corrupción y los negociados políticos a la orden de la pandemia del coronavirus.
Otra vez, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires que conduce el dirigente de La Cámpora, Andrés Larroque, quedó en el ojo de la tormenta por un nuevo caso de sobreprecios en una polémica contratación.
Luego del escándalo iniciado a nivel nacional por groseros sobreprecios en una compra masiva de alimentos del ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que llevó a que el ministro Daniel Arroyo tome cartas en el asunto y decida despedir a numerosos empleados de segunda y tercera línea de su cartera, el propio Larroque se ve envuelto en una oscura controversia cuando su cartera gastó hasta un 280 por ciento de más en una contratación directa de emergencia.
En efecto, en el mes de junio y bajo el amparo de la falta de controles por la declaración de la emergencia sanitaria, el ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense gastó 13 millones de pesos por 3.600 módulos alimentarios, cuando su valor real fluctuaba entre los 4 y 5 millones, acorde a precios oficiales.
Horas atrás, el ministerio que conduce Larroque volvió a caer en sospechas a través del número de proceso de compra 371-0125-CDI20, cuyo objeto es la adquisición de alimentos. En concreto, se trata de la compra de arroz, dulce de membrillo, yerba y choclo en grano, todo en grandes cantidades.
A pesar de que el pliego no especifica el valor unitario establecido por el ministerio como de referencia, sí se observa que el monto presupuestado total es de 516.682.047 pesos. Sin embargo, REALPOLITIK solicitó un presupuesto por los productos y las cantidades solicitadas por el ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, y en ningún caso superan los 365 millones de pesos.
De este modo, Andrés Larroque estaría aprobando la compra de productos con un sobreprecio estimado de 150 millones de pesos. A modo de ejemplo, si se compraran los productos a su precio verdadero, se podría acceder hasta a un 50 por ciento más de mercadería.
Lo que la corrupción y los negociados políticos dejan afuera no es otra cosa que alimentos y, en definitiva, menos bocas para alimentar.
