El mercado laboral de Estados Unidos está enviando señales preocupantes de que el resurgimiento de los casos de COVID-19 está afectando la recuperación económica.
El jueves, los últimos datos semanales sobre las solicitudes iniciales de desempleo mostraron que, si bien las solicitudes cayeron a 1,31 millones para la semana que terminó el 4 de julio, un número cada vez mayor de trabajadores solicitó la Asistencia de desempleo pandémico (PUA) por cuarta semana consecutiva.
La semana pasada, 1.04 millones de personas presentaron reclamos de PUA por primera vez, un aumento de 42,000 con respecto a la semana anterior y un aumento de 880,000 dos semanas antes.
"La noticia detrás de los números principales, que cubren solo los programas estatales regulares de seguro de desempleo, es desconcertante", dijo Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.
"El número de personas que solicitan asistencia para el desempleo pandémico (PUA, por sus siglas en inglés), que está dirigido a trabajadores, autónomos, trabajadores independientes y otras personas que no califican para los programas estatales regulares, ha aumentado en las últimas cuatro semanas seguidas", dijo Shepherdson. agrega.
“Esto sugiere que la desaceleración renovada en el sur y el oeste ... está golpeando a los trabajadores no tradicionales con más fuerza que aquellos en trabajos regulares de nómina. Los reclamos continuos de PUA ahora también están aumentando, después de caer a fines de mayo y principios de junio ".
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El número de trabajadores que presentan reclamos continuos por seguro de desempleo cayó la semana pasada a 18.06 millones, una señal positiva de recuperación en el mercado laboral. Pero aquí nuevamente vemos una historia más negativa cuando también contamos a aquellos que presentan reclamos continuos bajo PUA en lugar del paraguas de desempleo tradicional.
James Knightley, economista jefe internacional de ING, dijo en una nota el jueves que "el número total de personas que reclaman beneficios bajo TODOS los programas aumentó a 32.9 millones, un aumento de 1.4 millones en la semana". Esto se debe a que una gama más amplia de personas reúne los requisitos para recibir los beneficios del programa de Asistencia de desempleo pandémico, que tenía 14,4 millones de reclamantes a partir de [la semana que finaliza] el 20 de junio ”.
Knightley agrega que esta información, "solo sirve para ilustrar el estrés extremo en curso en el mercado laboral y sugiere que el desempleo está más cerca del 20% que el 11.1% actualmente listado como la tasa 'oficial'".
La semana pasada, el informe de empleos de junio mostró que se agregaron a la economía unos 4,8 millones de empleos el mes pasado , una señal de que los empleadores parecían estar volviendo a agregar lenta pero seguramente a sus nóminas después de una caída histórica en marzo. Y mientras el Nasdaq alcanzó un récord el jueves , el rendimiento del Tesoro a 10 años cayó y las acciones bancarias se vieron presionadas por las dudas sobre la durabilidad del fuerte repunte económico de la primavera entre los inversores.
Y junto con este debilitamiento de los datos del mercado laboral, han llegado algunas lecturas menos que estelares sobre la salud del consumidor.
Los datos de la tarjeta de crédito de JPMorgan Chase actualizados el jueves revelaron un estancamiento en el gasto de los consumidores en las últimas dos semanas después de un aumento mayormente constante hasta mediados de junio, una vez que se relajaron las restricciones de bloqueo y se enviaron cheques de estímulo a los trabajadores estadounidenses .
"En datos hasta el domingo 5 de julio, nuestro rastreador de gastos por un panel de 30 millones de titulares de tarjetas de crédito y débito de Chase se mantiene por debajo de su pico más reciente el 22 de junio, y parece haberse aplanado en este nivel más bajo a medida que COVID-19 se propaga rápidamente en algunas partes del país ", dijo la firma el jueves. |
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“Este modesto retroceso en el gasto nacional no ha sido impulsado por un fuerte retroceso concentrado en los estados donde el virus se ha propagado rápidamente, sino por moderados retrocesos que están muy extendidos en todos los estados. Este patrón plantea la preocupación de que el comportamiento no ha cambiado lo suficiente como para detener la propagación del virus en los estados más afectados ".
Todo lo cual sugiere que pasará algún tiempo antes de que alguien pueda decir que la crisis económica y de salud del coronavirus ha quedado atrás.
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