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El duro ajuste de Llaryora en la ciudad de Córdoba, un caso testigo de como sobrevivir a la pandemia

El intendente peronista logró superar un conflicto durísimo con los municipales y concretar un ajuste a comienzo de la gestión que le permitió sostener la ciudad a flote pese a la caída de la recaudación por la pandemia.

La ciudad de Córdoba avanzó a comienzos de año con un ordenamiento de las cuentas municipales que significó por un lado un fuerte enfrentamiento con los empleados municipales nucleados en el Suoem y, por el otro, el salvavidas menos pensado para la pandemia: el ahorro de $400 millones en salarios en los primeros seis meses de gestión, le permitieron a Martín Llaryora mantener al municipio sobre la línea de flotación y hoy poder ofrecer $60 millones para recuperar la movilidad urbana.
Al asumir a fines de 2019 la ciudad enfrentaba un presupuesto inflexible a la baja. Prácticamente el 60% de los ingresos se destinaba a los salarios municipales. Otro 20% era para la recolección de residuos y el 20% para todo lo demás desde el mantenimiento del hospital, las escuelas y las obras municipales.Llaryora sacó sus propios bonos para proveedores y no sabe si podrá pagar los sueldos
La decisión de revisar en diciembre 600 contrataciones y becas asignadas por Mestre -y otros 120 más en junio-, limitar las horas extras y reducir así el gasto salarial fue el primer hacia el ordenamiento de las cuentas públicas -que le llevó un importante desgaste con el Sindicato de obreros y empleados municipales, Suoem- . Y el segundo fue un aumento de las tasas para incrementar la recaudación.

Al asumir a fines de 2019 la ciudad, Llaryora enfrentaba un presupuesto inflexible a la baja. El 60% se destinaba a los salarios municipales, 20% para la recolección de residuos y sólo el 20% para todo lo demás: mantenimiento del hospital, escuelas y obras.

Una alta fuente del municipio aclaró que el grueso de la reforma pasó por reequilibrar las cargas contributivas, subir tasas de comercio e industria sobre el sector financiero y mantenerlas estables para los comercios más chicos; y e incrementar los ingresos tanto las alícuotas inmobiliarias como las del automotor fueron escalonadas con un criterio de progresividad para no aumentarles los tributos a los de menos recursos.
Un segundo "acuerdo colaborativo" -así los llama el intendente- con los recolectores de basura reduciendo los items remunerativos, un tercer acuerdo con la estatal Coys para ampliar las tareas de mantenimiento urbano, el ajuste de la política y la adopción del sistema inverso de subastas electrónicas, completaron la primera etapa del paquete de eficientización y transparencia del gasto.
Municipales del Suoem marchan en el centro de la Ciudad de Córdoba.
Ese colchón de $400 millones de diferencia entre lo que se gastaba en enero y en junio sirvió de amortiguador para la fuerte caída de los ingresos municipales -que fue de 36% interanual en mayo y del 26% en junio-. También permitió reducir la brecha de más de $1500 millones mensuales que generó la pandemia y así evitó que el municipio "volcara". La reducción de una hora de la jornada de los estatales, que por la misma pandemia estaban eximidos de sus tareas, profundizó el ajuste.
Que la ciudad no haya tumbado no significa que las relaciones sean llevaderas: Córdoba se erige como el centro de conflictos sindicales. Además del reclamo de los municipales que esta semana amainó con la reincorporación de 50 contratados, se suma el de los choferes de transporte interurbano que llevan 3 meses de paro con reclamos para Schiaretti y el del transporte urbano que ya estuvo 22 días sin funcionar. Y la presión va en aumento: cuando el gobierno nacional deje de pagar el IFE en el interior, unos 650 mil cordobeses desocupados se quedarán sin ingresos, incrementando la presión sobre la ciudad y la provincia.

El ahorro de $400 millones de diferencia entre lo que se gastaba en enero y en junio sirvió de amortiguador para la fuerte caída de los ingresos municipales -que fue de 36% interanual en mayo y del 26% en junio- y así evitó que el municipio "volcara".

La pulseada con los municipales del Suoem, que ya lleva 7 meses, se convirtió en la gimnasia necesaria para hacerle frente a la UTA, que viene reclamando en todo el país los salarios adeudados y que exceden a las posibilidades de las ciudades. En un primer momento, un grupo de intendentes se organizó para pedirle a la Nación que equiparara los subsidios que otorga en el interior con los que le da al transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires, para poder levantar los paros de todas las ciudades del interior.El intendente de Córdoba cuestiona el reparto de fondos del transporte: "el 90% va al AMBA"
Tras la negativa de la Nación a equiparar los subsidios y luego de 22 días sin transporte urbano, Llaryora elevó al Concejo Deliberante la declaración de la Emergencia de Transporte, que habilita a los empleados de la empresas pública Temsa con licencia de chofer a rehabilitar ciertas líneas de colectivo para devolverle la movilidad a la ciudad. Así se dispuso de un recorrido de emergencia, al que se sumaron otras líneas en los recorridos de mayor demanda bajo un régimen especial. Mientras las negociaciones entre la UTA y las empresas persisten.
El acuerdo ronda los $60 millones al mes por cuatro meses que van a salir de las rentas generales de la ciudad, pero el diagnóstico del intendente es que es insostenible en el tiempo. El esfuerzo fiscal estresa más las ajustadas cuentas municipales e incrementa la deuda flotante hasta tanto repunte la recaudación. Y está lejos de los $100 millones que se necesitarían para solucionar el problema de manera sustentable.
Los colectivos del servicio de emergencia de la estatal Temsa funcionó con un policía por unidad.
De hecho, para cancelar el pago a proveedores el municipio también emitió en abril un bono de $2.000 millones mayoritariamente para cerrar pagos de compromisos de la gestión previa.
Por lo pronto, la Nación le dio autorización para colocar $1.000 millones de deuda y actualmente son dos las Letras de Tesorería en circulación, una por $600 millones y la restante por $400 millones. En este punto, en el equipo de Llaryora remarcan que al momento de la colocación de esta segunda Letra, se obtuvieron ofertas por $730 millones y muchas de ellas de entidades de Córdoba como las cajas profesionales que mostraron confianza en el reordenamiento de las cuentas.
El otro acuerdo colaborativo que Llaryora buscará es el de la deuda en dólares que contrajo el municipio en la gestión anterior. Son 150 millones de dólares que en los próximos días deberán discutirse con sus acreedores.
"Todos los municipios están muy golpeados por la pandemia, tal vez Córdoba logró ordenarse un poco mejor antes y nos agarró mejor parados", resumió la fuente consultada.