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Quejas en el sector Con la provincia quebrada por la cuarentena, Kicillof les pagaría con bonos a los proveedores

Se prevé un primer vencimiento para agosto de 2021, con tasas de referencia similares a las de un plazo fijo convencional. Los empresarios aún no recibieron el anuncio oficial y comienzan a preparar una respuesta judicial.

Finalmente, la infame “rebelión fiscal” se dio de hecho. La iniciativa para que empresarios, comerciantes y emprendedores se nieguen a presentar y pagar los impuestos al IVA e Ingresos Brutos fue inicialmente rechazada como “antipatriota” por el grueso de los propios implicados. Sin embargo, la parálisis de la actividad los obligó a priorizar sueldos y alquileres por sobre los compromisos con el estado.
De este modo, la consecuencia fue exactamente la misma: pocos pagaron los impuestos y la recaudación de la provincia de Buenos Aires se derrumbó a niveles históricos. En este contexto, el gobernador Axel Kicillof se vio obligado a enfrentarse ante el desafío de enfrentar compromisos de deuda, sostener la estructura estatal, los auxilios monetarios por la cuarentena y el pago a proveedores con mucho menos dinero del habitual. Tan poco, que ni siquiera alcanza para cubrir la mitad de los problemas financieros que se asoman en el horizonte inmediato bonaerense.
Lo primero que hicieron los asesores del gobernador de Buenos Aires fue mirar hacia afuera. Ver cuáles eran las decisiones que se tomaban desde los sillones de quienes gobiernan provincias igualmente complicadas –tal vez no tanto –como Córdoba y Neuquén. En ambos casos, se recurrió a bonos con vencimientos a partir del 2021. Agotadas las opciones, Kicillof ya habría decidido seguir el ejemplo de sus colegas y pagarle a los proveedores con los infames bonos, que nadie quiere recibir.
Los proveedores de la provincia de Buenos Aires aún no han recibido la comunicación oficial y aún guardan algún tipo de esperanza. Nadie quiere los bonos, y menos en las condiciones en que los entregaría el gobierno de Kicillof. Según trascendidos, tendrán una tasa de interés de referencia en los depósitos a plazo fijo, que oscila en el 26 por ciento anual. “Es la mitad de lo que se calcula de inflación para este año”, anticiparon los empresarios pymes.
El periplo que habitualmente recorren los bonos es insólito. En vez de pagar la deuda con dinero, el gobierno de Kicillof entregaría bonos, que serían intercambiables por el dinero más el interés del 26 por ciento anual recién en 2021. Como prácticamente ningún empresario puede esperar doce meses para cobrar, debe salir a vender el bono de forma anticipada. ¿Quién lo compra? Nada más ni nada menos que el Banco Provincia, que responde al propio gobierno bonaerense. Para ello, el banco cobra por su servicio, lo que implica que se queda con parte de la plata y el interés que correspondía a los empresarios.
Aún se desconocen las cuotas y los vencimientos que tendrán los bonos. La provincia recurriría a ésta herramienta ante la imposibilidad de cumplir con sus obligaciones de pago por la baja recaudación, y los empresarios que invierten y apuestan al Estado argentino tendrán, una vez más, que arreglárselas como puedan.