Cepo al dólar físico, restricciones al dólar Bolsa… Pareciera que quienes buscan comprar dólares con sus pesos se encuentran cada vez con menos opciones para hacerlo.
Durante las últimas semanas, vi proliferar en la web artículos con recomendaciones muy peligrosas. En esas notas poco o nada se decía acerca de los riesgos de las operaciones que enumeraban para dolarizar los ahorros.
Hoy analizaremos esas recomendaciones para evaluar si, en efecto, pueden beneficiar al ahorrista preocupado por la constante pérdida de poder adquisitivo o, en realidad, lo llevarían por caminos no deseados.
Autos importados 0 km
Se venden en pesos al dólar oficial, aunque su cotización en el mercado de usados suele estar ligada al dólar paralelo. Por lo tanto, si la divisa no oficial pega un salto, es probable que también lo haga el valor de mercado del vehículo comprado.
Sin embargo, difícilmente podamos calificar como una inversión la compra de un auto nuevo importado, puesto que genera gastos desde un principio muy altos: estacionamiento, patente superior a uno similar del Mercosur y seguro son solo algunos de los conceptos que nos dan una idea de lo cara que puede resultar la operación.
Es cierto que su precio en pesos muy posiblemente se vaya actualizando al compás del billete verde, pero las erogaciones mencionadas reducirán todos los meses esa eventual ganancia, al punto de poder borrarla.
Cedears
Los Certificados de Depósitos Argentinos (Cedears) representan acciones de empresas extranjeras que cotizan mayoritariamente en la Bolsa de Nueva York y en dólares, pero que pueden comprarse en pesos en el mercado local. No hay montos mínimos para adquirir estas acciones. Solo hace falta tener una cuenta comitente en un banco o en una sociedad de Bolsa.
Como habrán notado, los Cedears son, en muchos casos, una vía de acceso a activos financieros que no se perjudican con una devaluación del peso ni con los problemas de nuestro país. A través de ese mercado, uno puede adquirir acciones de Apple, Google, Amazon, Microsoft y otros gigantes en pesos y venderlas también en pesos.
Para entender dónde está el riesgo de este mecanismo de dolarización, debemos introducir un concepto que utilizamos mucho los economistas: ceteris paribus, que significa “manteniendo todas las demás variables constantes”.
Los Cedears son eso: un mecanismo de dolarización ceteris paribus. Básicamente, porque la acciones de las cuales los Cedears son un reflejo cotizan en dólares y, si las otras variables (como el precio de esas acciones en EE.UU.) se mantienen constantes, tenerlas en cartera sería como tener ahorros en dólares. Lo cierto es que eso no ocurre y las acciones suben o bajan en dólares todos los días dependiendo de lo que pase con la empresa que las emitió y con las economías donde esa empresa tenga negocios.
De tal manera, si compro Cedears de Facebook a unos 3.145 pesos por acción (el precio al momento de escribir esta nota), estaré adquiriendo un activo en dólares con riesgo empresario: si a Facebook le va bien, ganaré en dólares, y si le va mal, perderé dólares. Está claro que si gana en dólares y el dólar sube frente al peso, mi beneficio en moneda local será mucho mayor.
Basta con observar el rendimiento del Cedear de Amazon (AMZN), que en un año más que triplicó su precio en pesos.
No obstante, no todo es felicidad y la volatilidad diaria nos puede jugar una mala pasada. A veces, los precios de las acciones en Nueva York se mueven frenéticamente en función de los reportes de ganancias, de las ocurrencias de Donald Trump (si volvemos a hablar de Facebook), de las expectativas de ganancias o pérdidas futuras de la empresa emisora de esas acciones, etc.
En concreto, lo que hay que saber es que uno puede comprar Cedears de una empresa con la intención de protegerse de una devaluación, pero no necesariamente lo logrará.
Imaginemos que en un lapso de 3 meses el peso se deprecia 20% contra el dólar y las acciones de Facebook en EE.UU. bajan 20%. En ese caso, es muy probable que el precio del Cedear de Facebook se mantenga sin mayores cambios en pesos y nosotros no consigamos nuestro objetivo de cubrirnos de la suba de la divisa norteamericana en el mercado de cambios local. Para colmo, habremos pagado una comisión para comprar Cedears y otra todos los meses para mantener la cuenta comitente (en caso de tenerla en un banco).
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