Las acciones de Moderna Inc (NASDAQ:MRNA) terminaron el mes de mayo con una revalorización del 33%, pues cualquier noticia en torno a un fármaco contra el coronavirus que la tuviera de protagonista servía para impulsar su valor en bolsa. Noticias como los resultados positivos arrojados por la fase 1 de su vacuna experimental en pacientes con COVID-19, el 18 de mayo, le dieron el voto de confianza de los inversores, en un momento en el que el mercado sufría el impacto y los temores ante una de las peores crisis económicas que se recuerdan. Si nos vamos a los seis primeros meses del año, entonces la revalorización supera el 200%. El apoyo del Gobierno y la financiación que ha recibido para costear la investigación también habrían jugado a su favor.
El problema ha llegado con la entrada de los cortos, que han situado a la biotecnológica en el punto de mira. Ya lo advertía Ihor Dusaniwsky, analista de S3 partners, cuando dijo que el precio de la acción se encontraba en quinta posición de las compañías con mayor presencia de cortos del sector, valorada en torno a los 1.630 millones de dólares el pasado 19 de mayo.
Los expertos se plantean, llegados a este punto, si la revalorización que hemos visto en 2020 es la que “debería de ser”. Ya se planteaban esta semana algo parecido con Gilead (NASDAQ:GILD), especialmente después de que parte de las esperanzas depositadas en remdesivir, su fármaco para combatir al virus, no fueran todo lo buenos que se esperaban, sobre todo en pacientes más afectados. Aunque es verdad que la carrera por la vacuna ha centrado parte de la atención sobre este sector, en un mercado muy maltrecho por confinamientos y pérdidas económicas varias, el problema reside en el hecho de descontar en el precio de estas acciones unos resultados que aún no se han demostrado y, lo que es más importante, que todavía no han supuesto beneficio alguno para la compañía en cuestión. En el caso de Gilead, por ejemplo, la falta de resultados positivos se tradujo en una caída de sus acciones.
En cuanto a Moderna, vive una situación parecida a la de su rival. Desde el 19 de mayo, la falta de novedades ha depreciado su valor un 25%. Pese a todo, de momento, cuenta con el respaldo de la mayoría de los analistas que cubren al valor. De media, según el Financial Times, le otorgan un precio objetivo de 92 dólares por acción, lo que supondría una mejora del 66% en su precio de cierre del pasado día 28. Y Salveen Richter, analista de Goldman Sachs (NYSE:GS), otorga un potencial de éxito de su programa del 70-75%. En su opinión, “soy optimista sobre las perspectivas futuras de su vacuna”.
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