Las cadenas nacionales de restaurantes están enviando señales positivas sobre la recuperación económica.

Los 50 estados se encuentran ahora en alguna fase de reapertura económica. Y algunos de los primeros indicios de las cadenas de restaurantes nacionales muestran signos alentadores sobre la demanda de los consumidores. El martes por la noche, Cheesecake Factory ( CAKE ) dijo en un comunicado que en sus ubicaciones que se han reabierto, las ventas han vuelto al 75% de lo que eran hace un año. Y aunque estas ubicaciones, que representan solo el 25% de la huella de la compañía, aún enfrentan restricciones de capacidad, los datos de la compañía sugieren que una combinación de restaurantes y restaurantes para llevar está demostrando ser un modelo viable. "Los restaurantes reabiertos de Cheesecake Factory han recuperado, en promedio, aproximadamente el 75% de los niveles de ventas del año anterior, lo que refleja la fortaleza continua en las ventas fuera de las instalaciones y la creación de negocios", dijo la compañía. "Para los restaurantes de The Cheesecake Factory que continúan operando un modelo único fuera de las instalaciones en la actualidad, las ventas semanales actuales fuera de las instalaciones equivaldrían a casi $ 4 millones por unidad sobre una base anualizada, en promedio". En 2019 , las ventas anuales promedio por unidad de la compañía fueron de $ 8,5 millones, lo que indica que la mayoría de las unidades se encuentran dentro del 50% de su trayectoria de ventas anual solo con comida para llevar. El miércoles, las acciones de Cheesecake subieron un 16%. Antes de la recuperación del miércoles, la acción había caído alrededor del 50% este año. Pero The Cheesecake Factory no está solo en el envío de comentarios positivos sobre la demanda de los consumidores en el espacio de los restaurantes nacionales. El miércoles, Dunkin 'Brands ( DNKN ) dijo en una presentación ante la SEC que ha visto un aumento en las ventas en la misma tienda durante una semana. -semana base durante todo el segundo trimestre. Para la semana que terminó el 23 de mayo, las ventas en tiendas comparables cayeron un 15% respecto al año pasado; Solo tres semanas antes, las ventas cayeron un 25% respecto al año pasado, dijo la compañía. Y los lanzamientos recientes de personas como Popeye's ( QSR ), Papa John's ( PZZA ) y Domino's ( DPZ ) también indican que los consumidores que habían recibido el mandato de preparar más comidas en casa están listos para algo diferente. En un lanzamiento del 26 de mayo, por ejemplo, Domino's dijo: "Estamos viendo un viento de cola a medida que el comportamiento del consumidor en toda la industria de los restaurantes se ha desplazado hacia la entrega y la entrega". Y aunque la compañía señaló que no está claro cuánto tiempo persistirá esta tendencia, después de un impactante período de seis semanas desde fines de marzo hasta abril en el que millones de consumidores perdieron empleos, millones de restaurantes cerraron y noticias sobre la propagación de COVID -19 parecía implacablemente negativo, parece que el consumidor está listo para reanudar su deseo de llevar las comidas fuera de casa. Durante la última década, el gasto en restaurantes y bares ha aumentado más rápido que en las tiendas de comestibles y, en 2015, los alimentos y bebidas fuera del hogar superaron por primera vez los gastos de las tiendas de comestibles y no miraron atrás. Eso es hasta que se implementaron políticas de refugio en el hogar en todo el país. Pero incluso en los datos de ventas minoristas de abril, podemos ver que el gasto en las tiendas de comestibles ya se está moderando. Y este comentario de varias cadenas sugiere un retroceso en el gasto en restaurantes y bares en los próximos meses.

Y si bien es alentador ver que las grandes marcas de restaurantes nacionales hablan sobre la fuerte demanda de los consumidores, el daño real en la industria de los restaurantes proviene de pequeños restaurantes locales que no pueden soportar el tipo de shock económico que ha resultado de la pandemia. Nadie, ni los consumidores, los restauradores o los ejecutivos de las principales cadenas nacionales, quiere ver un mundo en el que el 50% o más de todos los restaurantes independientes se vean afectados por fuerzas más allá de su control. Los legisladores pueden y deben trabajar para ayudar a la industria a sobrevivir este período. Programas como el Plan de protección de nómina y la Ley CARES fueron diseñados para ayudar a estas pequeñas empresas a cerrar la brecha entre las medidas de refugio en el hogar y las reaperturas económicas, mientras que los trabajadores que fueron obligados a despedir recibieron mayores beneficios de desempleo. Pero con estos programas que expirarán en los próximos meses, se necesita hacer más para ayudar a que más restaurantes y bares permanezcan en el negocio a través de un período económico desafiante que se avecina . yahoo