La clínica San Carlos de Escobar viene padeciendo una situación compleja que se agravó durante la última semana con la protesta de trabajadores de la salud en reclamo de insumos de primera necesidad. Todo recrudeció cuando comenzaron a llegar los casos positivos de COVID-19 y así, el viernes pasado, se conoció que dos trabajadores habían sido contagiados.
En esa línea, desde el municipio que conduce Sujarchuk se adelantó que desde el estado tomarían el control del sanatorio que atiende a adultos mayores, según el convenio que mantiene con PAMI. En ese marco, los trabajadores esperaban tests de coronavirus para detectar quiénes habían sido los que contrajeron la enfermedad por haber estado en contacto con los dos empleados positivos.
Sin embargo, sólo se realizó un puñado de tests rápidos con algunos médicos y no a todo el personal, como se pidió desde la clínica. Todo esto llevó a una protesta el día lunes, de la que participaron tanto enfermeros como técnicos, camilleros y auxiliares de la clínica para visibilizar la situación que se está viviendo puertas para adentro.
La versión de que el intendente Ariel Sujarchuk desde hace tiempo busca quedarse con el control del sanatorio, es sabida tanto dentro como fuera del sanatorio. Fue por eso que, en el mes de febrero, el Concejo Deliberante local iba a tratar su intervención. Sin embargo, todo se complicó con el advenimiento de la cuarentena. Acto seguido, no es de extrañar que comenzaran a aparecer graves acusaciones sobre la figura del mandatario local: para muchos trabajadores, Sujarchuk estaba al tanto del desastre que se vivía dentro de la institución, pero habría dejado que todo empeore para facilitar su control.
Asimismo, trabajadores denunciaron que la morgue del lugar se encuentra llena y que hay cadáveres en diferentes cuartos, ya que el lugar donde se mantienen los cuerpos sin vida de los infectados está colmado. El motivo de esto es que las cocherías no quieren hacerse cargo de los difuntos porque no se sabe el motivo de su fallecimiento, ya que, para algunos trabajadores, habría certificados truchos.
Ante este panorama, Sujarchuk se presentó en el lugar junto a Luana Volnovich, titular de PAMI y pareja de Máximo Kirchner, para llevar tranquilidad y hacerse cargo de la situación ante la falta de protocolos durante la emergencia sanitaria.
La realidad muestra, una vez más, que tardaron demasiado y que, como siempre, los más desamparados son los abuelos.
(www.REALPOLITIK.com.ar)