El derrumbe de la comercialización de las naftas, que sólo en el último mes acumula una baja del 90 por ciento, no le da respiro a las estaciones de servicios. Y los empresarios del expendio, en plena lucha por mantener las operaciones, comenzaron a maniobrar con el objetivo declarado de alcanzar la supervivencia comercial en tiempos de Covid-19 y cuarentena.
De ahí que, desde la perspectiva de sostener la estructura, en las últimas horas avanzaron con acuerdos con los sindicatos para blindar los empleos mientras redoblan los pedidos de auxilio al Gobierno nacional.
Desde CECHA, la confederación que nuclea a los comercializados de naftas en la Argentina, fuentes consultadas por iProfesional indicaron que estacioneros y gremios con presencia en todo el país acordaron un convenio laboral de emergencia que contempla el pago del 70 por ciento de los salarios, la suspensión de los aportes sindicales y la posibilidad de que la mayoría de los empleados permanezca en sus hogares, a cambio de erradicar cualquier opción de despido.
El pacto en cuestión tiene duración establecida hasta fin de mes, pero desde la entidad aclararon que el compromiso se extendería de forma automática si Alberto Fernández, a contramano de lo que fijó hace casi una semana, decide prolongar el aislamiento más allá del 26 de abril.
"El acuerdo alcanzado comprende hasta el momento a algo más de 18.000 trabajadores, pero esa cifra podría incrementarse todavía más si se logran nuevos compromisos. Por ejemplo, en este momento se dialoga con las organizaciones gremiales de Santa Fe. Si finalmente se logra un convenio similar, otros 9.000 trabajadores quedarán dentro de este marco que privilegia la continuidad de los empleos", dijo a iProfesional Gabriel Bornoroni, presidente de CECHA.
"Córdoba, San Juan, San Luis y Mendoza, lo correspondiente a Cuyo, son distritos en los que ya está vigente. El empleado percibe el 70 por ciento de su sueldo pero no recibe descuentos, por lo que tiene su ventaja. Al mismo tiempo, puede quedarse en su casa. Muchos nos solicitaron esa posibilidad por cuestiones familiares, edad, antigüedad. Es una opción lógica porque hoy, con la falta de ventas, las estaciones de servicio apenas requieren del 10 por ciento del personal para seguir funcionando", añadió.
"Muchas estaciones dejaron de pagar los servicios, sí. No hay recaudación alguna y ocurre que el sector abona canones fijos de muchas prestaciones siendo que no hay movimiento comercial. El agua, por ejemplo, se determina por superficie. Y la electricidad tiene valores como si estuviésemos en el pico del funcionamiento. Se hace imposible cumplir", reconoció.Bornoroni sostuvo que casi la totalidad de las estaciones ya no puede sostener el pago de los servicios esenciales por lo que se suceden los casos de emprendimientos que dejaron de abonar las boletas de gas, luz y electricidad.
El directivo remarcó que el sector, como ocurre con todas las pyme en esta instancia de pandemia, espera por un auxilio oficial que aleje la posibilidad cierta del quebranto generalizado. "Necesitamos un combo de ayuda del Gobierno. Estamos trabajando a pérdida con el riesgo de que ocurran cierres masivos. Hoy no tenemos efectivo ni para pagar las boletas de servicios. Aguardamos por medidas que por los menos nos alivien con parte del pago de los sueldos", concluyó.
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