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A pesar de que muchas pymes contaban con la palabra de los funcionarios bonaerenses, el gobernador decidió no pagar lo que debe y ofrecer, en cambio, una nueva línea de crédito con certificados. “No podemos endeudarnos más, necesitamos cobrar”, reclamaron los empresarios.
El gobernador Axel Kicillof decidió resolver el conflicto que mantiene con los proveedores de la provincia de Buenos Aires a través de una herramienta que utilizó, con preocupantes resultados, Daniel Scioli durante su gestión. En efecto, el ex ministro de Economía de la Nación echó mano a los polémicos Certificados de Liquidación Provisoria, que le permite cancelar en etapas la deuda con los proveedores y contratistas del estado. El acuerdo es notoriamente perjudicial para las empresas.
El planteo de los empresarios resulta tan simple como directo. Sólo están interesados en cobrar por el trabajo que realizaron, en los términos y condiciones que se establecieron en los pliegos. La posición del gobernador Kicillof resulta polémica y, de algún modo, injusta. No sólo que no les va a pagar tal y como acordó en un principio, sino que además los obliga a endeudarse con su propio banco a una tasa de interés.
De acuerdo al equipo económico del gobernador, “entendemos que no es lo más justo, pero es lo único que podemos hacer en estas circunstancias para cancelar deudas que mantienen los ministerios de Salud, Educación y Seguridad”. Para los proveedores, no obstante, la medida es arbitraria y no resuelve el problema de numerosas empresas.
La insólita situación de tener que pedirle dinero prestado a quien se rehúsa a pagarles no es el único dilema de los proveedores. Durante la etapa inicial de la iniciativa, sólo podrán acceder a los certificados quienes tengas órdenes de pago pendientes en la Tesorería General de la provincia de Buenos Aires. Esto deja afuera a numerosos expedientes de pago, muchos de ellos con atrasos desde el mes de noviembre de 2019, que todavía no llegaron a Tesorería.
Tampoco podrán incluirse órdenes de pago que hayan sido cedidas. “Muchos hemos cedido órdenes al banco porque la provincia se retrasó tanto en los pagos que no teníamos para pagar los sueldos. Ahora esto nos deja en una posición delicada, y no sabemos con qué condiciones nos vamos a encontrar”, explicó a REALPOLITIK un proveedor local.
Según las autoridades bonaerenses, la nueva herramienta fue consensuada con los proveedores, pero éstos no opinan lo mismo. La mayoría se plantó en la necesidad de cobrar lo que se les debe en tiempo y forma. Además, muchos de ellos llevaban meses negociando sus pagos pendientes y ya contaban con la palabra de los funcionarios de Axel Kicillof. Pero a las palabras, por ahora, se las llevó el viento, y para cobrar por su trabajo los empresarios tendrán que volver a hacer lo que tantas veces hicieron para sobrevivir: endeudarse. El gobernador Axel Kicillof decidió resolver el conflicto que mantiene con los proveedores de la provincia de Buenos Aires a través de una herramienta que utilizó, con preocupantes resultados, Daniel Scioli durante su gestión. En efecto, el ex ministro de Economía de la Nación echó mano a los polémicos Certificados de Liquidación Provisoria, que le permite cancelar en etapas la deuda con los proveedores y contratistas del estado. El acuerdo es notoriamente perjudicial para las empresas.
El planteo de los empresarios resulta tan simple como directo. Sólo están interesados en cobrar por el trabajo que realizaron, en los términos y condiciones que se establecieron en los pliegos. La posición del gobernador Kicillof resulta polémica y, de algún modo, injusta. No sólo que no les va a pagar tal y como acordó en un principio, sino que además los obliga a endeudarse con su propio banco a una tasa de interés.
De acuerdo al equipo económico del gobernador, “entendemos que no es lo más justo, pero es lo único que podemos hacer en estas circunstancias para cancelar deudas que mantienen los ministerios de Salud, Educación y Seguridad”. Para los proveedores, no obstante, la medida es arbitraria y no resuelve el problema de numerosas empresas.
Enojados con Kicillof, empresarios bonaerenses organizan una rebelión fiscal
La insólita situación de tener que pedirle dinero prestado a quien se rehúsa a pagarles no es el único dilema de los proveedores. Durante la etapa inicial de la iniciativa, sólo podrán acceder a los certificados quienes tengas órdenes de pago pendientes en la Tesorería General de la provincia de Buenos Aires. Esto deja afuera a numerosos expedientes de pago, muchos de ellos con atrasos desde el mes de noviembre de 2019, que todavía no llegaron a Tesorería.
Tampoco podrán incluirse órdenes de pago que hayan sido cedidas. “Muchos hemos cedido órdenes al banco porque la provincia se retrasó tanto en los pagos que no teníamos para pagar los sueldos. Ahora esto nos deja en una posición delicada, y no sabemos con qué condiciones nos vamos a encontrar”, explicó a REALPOLITIK un proveedor local.
Según las autoridades bonaerenses, la nueva herramienta fue consensuada con los proveedores, pero éstos no opinan lo mismo. La mayoría se plantó en la necesidad de cobrar lo que se les debe en tiempo y forma. Además, muchos de ellos llevaban meses negociando sus pagos pendientes y ya contaban con la palabra de los funcionarios de Axel Kicillof. Pero a las palabras, por ahora, se las llevó el viento, y para cobrar por su trabajo los empresarios tendrán que volver a hacer lo que tantas veces hicieron para sobrevivir: endeudarse. (www.REALPOLITIK.com.ar)
