El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el lunes que podrían pasar semanas, si no meses, antes de que la ciudad más poblada de EEUU reabra ante la falta de test, incluso aunque las autoridades de otras partes del país empiecen a levantar las restricciones sobre la vida diaria.
De Blasio, cuya ciudad está en el epicentro de la crisis del coronavirus en Estados Unidos, dijo que Nueva York deberá hacer cientos de miles de test diarios y experimentar un mayor descenso en las hospitalizaciones antes de reanudar la actividad económica.
"Podríamos llegar a eso, pero no lo haremos sin una amplia capacidad de realizar test y, hasta el momento, el Gobierno federal no tiene solucionado esto", afirmó De Blasio en el programa "Morning Joe" de la emisora MSNBC, agregando que poner fin al distanciamiento social demasiado pronto podría dar lugar a un rebrote del virus.
"En especial, el Gobierno federal debe recibir el mensaje de que esto no ha terminado. Si haces como que ha acabado, va a volver como un bumerán y empeorar la situación", señaló.
La advertencia de De Blasio sobre los test se hizo eco de los comentarios de varios gobernadores realizados durante el fin de semana, quienes pusieron en duda las declaraciones del presidente de EEUU, Donald Trump, sobre que el país dispone de suficiente test para el COVID-19, la enfermedad respiratoria causada por el nuevo coronavirus.
Estados Unidos tiene de lejos el mayor número de casos de coronavirus confirmados, con más de 750.000 infectados y más de 40.500 muertes, casi la mitad de ellas en el estado de Nueva York, según un recuento de Reuters.
Las pautas de Trump para reabrir la economía recomiendan que los estados registren un historial de 14 días consecutivos de reducción en las tasas de nuevas infecciones antes de levantar las restricciones de forma gradual.
No obstante, el presidente republicano pareció animar a los manifestantes que quieren una reapertura más rápida con una serie de mensajes publicados el viernes en la red social Twitter en los que pidió que "liberen" Michigan, Minnesota y Virginia, estados todos con gobernadores demócratas.
En una de las protestas, unas 2.500 personas se manifestaron en la capital del estado de Washington, Olympia, contra las órdenes de quedarse en casa del gobernador demócrata Jay Inslee.
Los residentes de Florida recibieron permiso para volver a algunas playas después de que el gobernador del estado, Ron DeSantis, aprobara la relajación de ciertas restricciones.
Charlie Latham, alcalde de Jacksonville Beach, dijo que el primer fin de semana de reapertura de playas con horas limitadas discurrió con tranquilidad, sin arrestos de personas que violaran las normas de distanciamiento social, las cuales incluyen la prohibición de utilizar sillas y toallas de gran tamaño.
"Pensamos que la gente está preparada para mantener los estándares de distancia social y ejercer el buen juicio. Y funcionó muy bien", dijo Latham al canal de noticias Fox News.
reuters