Según el diccionario de la Real Academia Español la palabra nones, el plural de non, significa “negar repetidamente algo, o para decir que no, e insistir con pertinacia en este dictamen”.
En las finanzas personales y en todo lo que respecta a la relación con el dinero, existen una serie de nones que pueden atraer prosperidad económica, para lo cual es necesario aplicarlos a rajatabla y con mucha disciplina.
En la nota de hoy veremos cuáles son los más importantes junto con sus fundamentos, de manera tal que el lector considere la posibilidad de incorporarlos en su cotidianidad económica.
¡Comencemos que tenemos muchos nones para ver!
Los nones del Ingreso
No depender de un solo ingreso unidireccional: Este es quizá uno de los nones menos respetado, pero el que mejor resultado trae. Y es que más del 90% de la población mundial depende de un único ingreso, ya sea el mismo generado en un trabajo en relación de dependencia o como “freelancer”.
Cumplir con este non significa diversificar las fuentes de ingresos, sabiendo que existen al menos cuatro formas más de generar dinero: las inversiones financieras, los ingresos monitoreados, los ingresos patentados y los ingresos propietarios.
No creer que tus problemas económicos se solucionan aumentando tus ingresos: aquél que asevera que sus problemas económicos tienen origen únicamente en su “magros” ingresos posee una lectura errónea y muy nociva para sus finanzas personales, cuyo principal objetivo es “patear” el problema para más adelante (cuando los ingresos aumenten) sin asumir sus deficiencias en el área del gasto, el ahorro y las inversiones, los otros tres pilares de la economía doméstica.
La solución para cumplir con este non es quitarle el foco de atención a los ingresos nominales y buscar aumentar los ingresos disponibles, que son los que quedan en nuestro bolsillo luego de realizados todos los gastos, tanto fijos como variables.
Más claves de cómo llevar esto a la práctica, aquí.
Los nones del gasto
No comprar en cuotas: Ahora 18, ahora 12, ahora 6.la presión para “tarjetear” se vuelve por momentos insoportable, y la mayoría de la gente comete el error de entrar en la legión de “cuoteros”.
La compra en cuotas debería ser llevada adelante solo por aquél consumidor que tiene sus finanzas bajo total y absoluto control, y que sabe que el importe total que llega todos los meses en su tarjeta de crédito podrá pagarse fácilmente, sin tener que incurrir en la trampa financiera del “ pago mínimo“.
No “ningunear” los gastos hormiga: El peor enemigo de tu bolsillo son los “ gastos hormiga” (un cafecito por aquí, un snack por allá, un taxi porque llegas tarde) que pueden llevarse más del 20% de tu presupuesto mensual.
La mejor manera de fumigar los gastos hormiga es realizar una correcta planificación, comprar en un mayorista (se pueden conseguir ahorros del -40%) y evitar la tentación de la compra “al paso”.
|