Martín Guzmán llamó a una conferencia de prensa por el envío de un proyecto de ley al Congreso sobre la renegociación de la deuda, pero aprovechó para enviar distintas señales al mercado.
Básicamente la ley que se busca es meramente administrativa porque hay un vacío legal en varios temas, entre ellos en la contratación de calificadoras de riesgo, de los bancos para restructurar, las presentaciones a la SEC (siglas de la Comisión de Valores de los EE.UU.), entre otras cuestiones.
También apunta a gambetear algunas de las restricciones de la ley de Administración Financiera para los canjes y no tener problemas legales a la hora de avanzar con la operación. Recuérdese los juicios que debieron enfrentar Federico Sturzenegger o Daniel Marx en su momento cuando reestructuraron deuda.
Uno de los mensajes enviados por Guzmán está relacionado con la Provincia de Buenos Aires. Insiste en que no habrá rescate para el vencimiento que tiene por delante Axel Kicillof el domingo 26 y que tiene luego 10 días adicionales para pagar y evitar el default.
Luego dejó entrever que la deuda en pesos seguirá su actual curso, es decir, renovándose y pagando los vencimientos a medida que vayan ocurriendo para alegría de todos los tenedores de esos papeles.
Pero los bonos en dólares son los que importan en definitiva y especialmente los que tienen como jurisdicción, ante litigios, a Nueva York.
El Discount bajo jurisdicción argentina se negociaba al cierre a 67,5 dólares con una baja de 3,5% en el día. El mismo papel bajo ley Nueva York, se operó a 86,5 dólares y también en baja.
Lo que llama la atención en estos Discount es la amplia diferencia existente entre los de ley argentina y los de ley Nueva York, 67,5 versus 86,5 dólares, cerca del 28%.
Es cierto que las demandas judiciales en Nueva York marcan la diferencia frente a lo que puede suceder en Buenos Aires donde el ahorrista está desamparado en caso de un default, sin posibilidad de avanzar en ningún embargo. Igualmente la diferencia parece exagerada a la luz de que aún la oferta a acreedores no se presentó, que no diferenciaría papeles según jurisdicción, y que el sendero de litigios está lejos de iniciarse.
Desde Davos, sede del Foro Económico Mundial, Joseph Stiglitz advirtió que los bonistas deberán enfrentar una alta quita. Casi como que el Nobel festejaba y disfrutaba con ello.
Como es el padre intelectual de Guzmán, sus afirmaciones fueron responsables de la mencionada baja en papeles en dólares. Un título emblemático como el “Centenario” perdió 4% a u$s 47,5.
Información a la que accedió A24.com de fuentes cercanas al equipo económico, revelan que la intención de los funcionarios sigue siendo la de buscar consensos con los tenedores de papeles argentinos antes de lanzar la oferta.
Esto significa que no habrá una oferta unilateral agresiva, a lo “Stiglitz”, sino que se sondeará cuál es el grado de aceptación de los acreedores y en función de ello se decidirá.
El problema es que los días pasan y se tienen que seguir pagando los vencimientos.
Al fin y al cabo, el proyecto que hoy se envía al Congreso, bien pudo habérselo hecho en diciembre.
La saga de la renegociación de la deuda recién se inicia. Resta mucho por recorrer. Y habrá alzas y bajas en los precios de los papeles argentinos. Lo de hoy fue una muestra de la sensibilidad existente.