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Tesla (NASDAQ:TSLA) lo ha conseguido. En menos de una semana desde que escribíamos este artículo, el fabricante de automóviles estadounidense ha logrado alcanzar un máximo de todos los tiempos en los 500 dólares por acción. Lo hizo ayer, cuando el valor se disparó en bolsa cerca de un 10% y cerró en los 524,86, un nivel que sigue aumentando en el fuera de horas, donde la compañía repunta a esta hora un 3,24%. Un hito todavía mayor si lo comparamos con la evolución del principal indicador de la bolsa norteamericana, el S&P 500, también en “racha” alcista desde hace meses. Pues bien, Tesla ha sido capaz de superar la subida del índice en más de diez ocasiones durante los últimos tres meses.
El último impulso ha venido de la mano de Oppenheimer (NYSE:OPY), que ayer elevaban su precio objetivo sobre el valor en cerca de un 60%, hasta los 612 dólares y frente a los 385 dólares de su recomendación anterior. “Creemos que la compañía posee ventajas competitivas en cuanto a tecnología, diseño, características y respaldo de los consumidores que podrían traducirse en nuevas subidas para sus acciones, apalancamiento operativo e irrupción en el mercado a medida que aumenten las apuestas por la energía renovable y las tendencias a una mayor autonomía. Aunque seguimos viendo volatilidad, elevamos nuestra previsión de precio objetivo para reflejar lo que pensamos del valor”.
No son los únicos que en los últimos días han apostado por Tesla. La semana pasada, Argus Research elevaba su precio objetivo hasta 556 dólares, al tiempo que recomendaba comprar el valor por sus buenas perspectivas a futuro.
De todos modos, pese a las buenas recomendaciones, y su efecto en el mercado, Tesla se ha ganado en los últimos días también el título de “la mayor generadora de pérdidas de Wall Street” junto con otra competidora del sector, General Motors (NYSE:GM). Aunque las dos se han revalorizado sobre el parqué en los últimos meses, contribuyendo a la subida de las bolsas, encabezan una lista que ha elaborado The Wall Street Journal y según la cual el total de compañías cotizadas que ha generado pérdidas en el último año ha aumentado un 40%, el mayor nivel desde finales de la década de los 90.
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