La presencia de tus padres en tu vida es un motivo de alegría y agradecimiento dado que es un lujo que no muchos pueden disfrutar con el paso del tiempo.
Incluso cuando los hijos alcanzan la adultez y forman sus propias familias, no existe un mayor confort y seguridad que la que proveen el contar con tus padres como fuente de consejos y apoyo.
Normalmente los hijos subestiman la presencia de sus padres en sus vidas, dado que son figuras que los acompañan durante la infancia, adolescencia y adultez. Es por ello, que tienden a creer que su existencia es longeva y que siempre formaran parte de las aventuras que llevan a cabo.
Sin embargo como hijos debemos reconocer y agradecer la presencia de nuestros padres y su amor, consejos, regaños y enseñanzas que nos brindan por nuestro bien. Dado que aunque a veces puedan generar molestia, discusiones o enfrentamientos, en la vida no existe apoyo y cariño similar al de los padres.
No esperes a las fechas especiales como año nuevo, navidad o los cumpleaños para valorar la existencia y apoyo de tus padres. Comienza desde ahora en cada pequeño momento que puedas compartir con ellos, así sea desde la distancia con un mensaje o una llamada.
Quizás te sientas avergonzado hoy en día de pensar en ello, pero es mejor agradecer ahora que están contigo. Y no esperar a su partida para pensar en todos esos momentos hermosos que pudieron haber compartido juntos.
8 razones por las que agradecer a tus padres:
- Por soportar trabajos que no les gustaban, pero que igual realizaban para cuidar de su familia y sus necesidades.
- Por ser una fuente inagotable de consejos, incluso cuando no querías escuchar sus palabras.
- Por jamás olvidar ningún detalle importante de nuestra vida (o al menos intentar no hacerlo).
- Por amarte y aceptarte con todos tus atributos y errores.
- Por permanecer fuertes, especialmente cuando necesitabas su apoyo.
- Por acompañarte en tus triunfos
- Por preocuparse por que cada momento de tu vida sea lo más perfecto posible
- Y en definitiva por siempre perseguir tu felicidad y ser parte de la razón de la misma.
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