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"Con Alberto o con Macri, Argentina va hacia una reestructuración amigable de la deuda"

Sebastián Maril, el CEO de FinGuru asegura que el país no va a poder pagar su deuda el año próximo, pero no va a defaultear. Advierte que la interpretación irresponsable de las ley internacional ya le costó al país más de USD 16.000 millones.

Sebastián Maril es el director y CEO de FinGuru, una empresa que trabaja junto con Research for Traders, y se especializa en la orientación y asesoramiento de inversiones de cartera para minoristas. Es también uno de los pocos que sigue de cerca la situación legal de las compañías argentinas y con juicios en el extranjero y por eso recapitula que la irresponsabilidad del país frente a la ley internacional ha costado más de 16.000 millones de dólares, monto que podría duplicarse por las causas en trámite en la justicia de Nueva York.
En diálogo con La Política Online aseguró que, en su opinión, lo más probable es que el año próximo, independientemente de quién gane las elecciones, la baja sosteniblidad de la deuda nacional nos lleve a "una reestructuración amigable". E insiste en desconfiar de las encuestas: "Los eventos que van a definir nuestros votos todavía no ocurrieron".
¿Cuál es la primera lectura del resultado de las PASO?
Hoy el Gobierno está haciendo los cálculos que debería haber hecho hace tiempo, pero con números más finos y están buscando la forma de sacarle 2 puntos a Alberto Fernández, 2 puntos a Lavagna, entre 1,5 puntos y 2 a la derecha de Gómez Centurión y Espert y además seducir al voto en blanco que rondó los tres cuartos del millón de votantes más un 5% del padrón que no votó. Todo esto para que Alberto no llegue al 45% en la primera vuelta ni lo aventaje por más del 10% a Macri y gane en primera vuelta. Lo más difícil es sacarle dos puntos a Alberto, pero no es imposible.
De momento hoy va a haber una hemorragia nunca vista en el mercado y el dólar no va a tener precio. Mientras estamos hablando bonos y acciones ya cayeron más del 20%.
La otra lectura es que ninguna encuesta es confiable. Esto es terrible para los mercados que degluten cada pedacito de información privada que consiguen. La que más cerca estuvo del resulto, quedó a 10 puntos del resultado de las PASO. Esto va a hacer que crezca la incertidumbre y el mercado se mantenga muy intrigado.

 De momento hoy va a haber una hemorragia nunca vista en el mercado y el dólar no va a tener precio.

¿Qué estrategia espera que tenga el Banco Central?
No le veo sentido a que el Banco Central salga a intervenir con ventas hoy porque no va a haber oferta que alcance a emparchar la demanda y contener la cotización. Creo que tiene que dejarlo subir y que encuentre su nuevo valor baja el escenario de que Alberto Fernández llega cómodo a octubre. Recién ahí tiene que volver a apuntalar la estabilidad, a lo mejor mañana o pasado mañana. el Gobierno va a tener que estabilizar el dólar donde el mercado lo fije. Hoy sería una sangría de Reservas.
Tal vez en dos o tres días, el mercado incorpore la posibilidad de que Macri busque el ballotage. Pero hoy va a ser una hemorragia.
Algunos economistas consideran que sería prudente que Alberto Fernández salga antes de la apertura del mercado con declaraciones que traigan tranquilidad. ¿Coincide?
No. Me parece que no. Por el contrario, creo que lo mejor que pueden hacer Alberto y Kicillof es evitar meter la pata y creo que, por eso, lo más probable es que a Cristina no la veas en los medios para evitar la posibilidad de generar un desgaste, irritar a algún potencial votante, dejar la moderación que muestra ahora y volver a los discursos y los gritos de siempre y piantar votos.
¿Y qué refugio de valor o inversión hay para preservar los ahorros hasta tanto se disuada el riesgo político?
Nadie sabe. Todos tenemos nuestra teoría, nuestra estrategia y todos recomendamos algo, pero en el fondo nadie sabe, es muy complejo. Argentina es así y lo vengo diciendo desde agosto del año pasado cuando salió un título acerca de la preocupación del gobierno por una encuesta a 20 meses de las elecciones.... cómo vamos a hablar de acá a 20 meses cuando en Argentina 5 meses ya es largo plazo: "Los eventos que van a decidir el voto de la gente ¡aún no ocurrieron!" y mirá todo lo que pasó: Cristina va de vice y Alberto de presidente, Macri va con Pichetto, la economía se vino abajo, el mundo no se sabe porque el Dow Jones pasaron de desafiar valores récord a ir cayendo. Y lo repito ahora también: "Los eventos que van a definir nuestros votos todavía no pasaron".
Con esto a lo que voy es que pueden pasar muchas cosas de acá octubre: el dólar puede explotar o bien permanecer estable, los precios pueden desacelerarse o pueden seguir subiendo....
En diciembre estuvimos en Wall Street con la gente de Research for Traders y FinGuru, cuando todavía no estaban ni Alberto ni Pichetto y la economía estaba algo mejor y nos decían que su mayor temor era un Cristina diplomática en la campaña, asumiendo que ella iba a ser candidata presidencial porque creían que su versión más educada y moderada ganaba y la de siempre piantaba votos. Y al final no fue ni una cosa ni la otra, fue de vice, pero sin embargo atrajo votos. Al final ese riesgo estuvo, pero materializado de otra forma Y en este contexto los clientes nos preguntan: "¿Qué me recomendás?" y nosotros intentamos darles toda la información para que tomen una decisión porque recomendaciones tienen de todos lados, pero el cliente tiene que entender que todo lo que digamos está basado en el día a día. Es difícil ser inversor hoy, es muy fácil ser operador hoy. Porque el que invierte hace una apuesta a largo plazo, el operador se mueve en el día. Y hoy Argentina al largo plazo, con todas las variables que tenemos, es tan volátil que decirte qué hacer con tu dinero de acá a octubre es como decirte qué hacer en Estados Unidos de acá a 2033.
Precisamente por eso recientemente floreció un segmento de fondos con inversiones en América Latina y uno de los assets managers comentaba con cierta ironía que el ministro de Economía de Chile está muy contento con la situación argentina porque puede renovar Letras con mucha facilidad. ¿Es es refugio?
Puede serlo para un inversor más o menos sofisticado. Es correcto. Pensemos que estás en un país donde el 69% de la población, de acuerdo a una encuesta del Banco Central, carece de los conceptos básicos de finanzas y donde menos del 10% invierte y los pocos que lo hacen en general no se animan a poner su plata en el exterior en activos que entienden poco. Pero el inversor argentino a veces prefiere más riesgo porque está acostumbrado y un bono de Chile lo aburre: "No me des un bono al 3%, dame uno al 15%, me la banco, el Gobierno no va a defaultear de acá a mayo del 2020", te dice.
Y en eso tiene razón, no va a haber default de acá al año que viene, después veremos, seguramente vayamos a una reestructuración amigable. Y luego está el inversor que te dice: "Sí, sacame de acá y dame el bono chileno. Prefiero estar tranquilo". Esto depende del perfil de cada inversor.
Dijo al pasar que vamos a una reestructuración amistosa...
Es imposible pagar la deuda que tenemos ahora, como la que teníamos antes. En términos de PBI, sí; pero no si se ponen sobre la mesa otras cuestiones. A ver. Este es un país al que le encanta endeudarse. Un país serio toma deuda para infraestructura, cambiar la flota aeronáutica, un desarrollo estratégico... Argentina se endeuda para pagar gasto corriente. Este gobierno, el anterior y el que estaba cuando yo nací allá por 1971 y sumamos deuda y sumamos deuda y además viene el FMI y nos da más deuda. Y nadie sabe ni cómo ni cuándo la vamos a pagar, ni en el gobierno lo saben. Porque para el Gobierno su horizonte es el 10 de diciembre. ¿Por qué harían planes de pagar o reestructurar algo ahora cuando no saben si continúan? Y si lo anunciaran, ¿quién les creería sabiendo que si asume otro, se puede dar la vuelta?
Sea que sea quien venga, la va a tocar un muerto, no una papa caliente, un muerto de tal magnitud que, a no ser que lluevan las inversiones, la deuda no se va a poder pagar. A no ser que se refinancie, pero tampoco. Sea quien sea, va a tener que hablar con el FMI, nuestro principal acreedor. Y también llamar a los demás acreedores como se hizo en los canjes de 2005 y de 2010.

Sea que sea quien venga, la va a tocar un muerto de tal magnitud que, a no ser que lluevan las inversiones, la deuda no se va a poder pagar.

La deuda nunca se paga, en todo el mundo. Por el contrario, la deuda se refinancia, se reestructura o se defaultea. Punto. Como no la van a pagar, hay que elegir una de las otras tres. Defaultear es mala palabra y ninguno de los candidatos con chances electorales van a querer hacerlo. Refinanciarla es emitir más deuda con la que pagar la actual y patear vencimientos para más adelante.
Martín Redrado dice que cualquier cosa que empiece con re- en boca de un argentino, es mala palabra. Reestructurala o Refinanciarla también. El riesgo país viene coqueteando con los 900 puntos porque el mundo no tiene exactamente voluntad de refinanciarla. ¿Es por descarte que vamos a la reestructuración?
Te lo respondo de la siguiente manera: yo como argentino, sea quien sea el gobierno, me preocupo si un bono que vence en 2020 con un cupón del 7% emitido hace 3 años atrás, me lo refinanciás por otro a tres años más con un cupón del 10%. Seamos claros: nadie nos va a prestar por abajo del 9% ahora y en diciembre menos. Es estar refinanciando deuda cara por otra deuda más cara. Mientras que reestructurar es reducir la carga de deuda, aunque por el momento a un costo mayor.
No sé cómo va a ser la reestructuración, no sé cómo se reestructura un bono a cien años o si solo se reestructura deuda más corta, no lo sé porque hablar de eso ahora es una locura. Lo que sí se puede decir ahora con certeza es que no va a haber default.
Pensemos que el FMI se metió en un gran lío al prestarle a la Argentina. Si el FMI permite el default, es un "chau FMI". Por eso yo creo que vamos a una reestructuración amigable como la que ya anunció Chubut semanas atrás y que hizo saltar el riesgo país, Fue una locura que Arcioni hablara de reestructurar un bono que vende en 2027 garantizado con regalías petroleras, hablalo el 11 de diciembre, pero no ahora, a menos que quieras hacer ruido en los mercados.
Pero sea quien sea el gobierno, va a haber una reestructuración amigable como la que propuso Chubut que muy honestamente dijo "Vamos a tener que patear estos pagos, no vamos a charlas con inversores hasta octubre o noviembre, pero ya vamos llevando el proyecto a la Legislatura". Este tipo de reestructuración es la que se viene.
Hablemos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. El fin de semana pasado mientras se esperaba la respuesta asiática a los nuevos aranceles comerciales se especuló con hasta ventas de bonos de Tesoro y las bolsas del mundo se tiñeron de rojo con la devaluación del yuan. ¿Qué escenarios se abren para los emergentes en general y para Argentina en particular?
Mucha gente dice "China tiene agarrado a Estados Unidos por donde le duele", pero no les creas: si mi principal acreedor me amenazara con vender mis bonos para hacerme daño, lo cierto es que él también se hace daño. Porque no existe la posibilidad de que venda todo: si vende el 30%, el 70% restante pierde valor. Y además, mi principal acreedor es China, dependiendo del día, y yo soy Estados Unidos, además se perjudica el mundo entero si se caen los bonos del Tesoro y China primero. Por eso no vendió bonos, sino que respondió con una devaluación de la moneda.
El año pasado en la reunión de noviembre del G20 acá ya había un borrador de acuerdo y empezó una cierta escalada de los pedidos de China que irritó a Trump y no se cerró, luego vino la tregua arancelaria a principio de año y su posterior extensión, después su cancelación y ahora se vinieron los aranceles, la rebaja de tasas de la Fed, la devaluación del yuan en respuesta y quién sabe cómo va a seguir la semana próxima. Yo no descarto que China tenga por horizonte a noviembre de 2020, las elecciones en Estados Unidos y una apuesta por el deterioro de la imagen de Trump porque saben que con los demócratas sus posibilidades de crecimiento económico son mayores. China sabe que con los demócratas la pasa bomba y puede negociar más, al menos en comparación con este Donald Trump. Por eso creo que, hasta que ninguna de las dos economías, que son las más grandes del mundo, muestren señales de deterioro importante ni el mayor comprador del mundo ni el mayor vendedor del mundo van a aflojar en esta guerra comercial.
El desempleo estadunidense anunciado el viernes está en mínimos récord, lo que muestra que su economía sigue creciendo; la economía china está un poquito más fría, pero sigue creciendo. El tema es que a ambos presidentes para sus adentros les importa un cuerno el resto del mundo. Saben que sus economías representan el 48% del PBI mundial, no les molesta lo que pase en Brasil, India, Europa o Argentina. Ellos son los últimos en la lista en ser afectados por la guerra comercial y además saben que se la van a bancar mejor que cualquiera.
Esta guerra es porque Estados Unidos mantiene un déficit comercial con China por 396.000 millones de dólares y lo vienen teniendo desde el día de la escarapela y Trump vino ponerle un fin a eso y con todos los demás con los que venía teniendo déficit como Canadá y México, y fue renegociando uno con uno. Pero China va a salir perdiendo porque va a tener que comprarle a Estados Unidos las cosas que antes les compraba a otros países. Por eso China no quiere darle una victoria política a Trump y estira los tiempos hasta noviembre del año que viene. Solo si las economías empiezan a flaquear van a hacer un alto en esta puja. Y precisamente ese el temor de los mercados: que esto se prolongue hasta 2020.
Sin ir más lejos, el lunes se supo que China ya bajó del primer al tercer puesto en el ranking de los países que más le vende a los Estados Unidos que mantenía desde 2007. El primero ahora es México y el segundo Canadá.
Por eso ya China anunció que no le va a comprar más ciertos productos a Estados Unidos y ahí Argentina tiene que estar atenta para colocar su producción.
Después de que todo este termine, vamos a haber visto un reacomodamiento del sistema de comercio internacional. Si es bueno o es malo, no lo sé: industrias argentinas que antes se veían perjudicadas se van a beneficiar, y viceversa.
¿No se vislumbras sectores estratégicos para la inserción comercial en el nuevo orden?
No, todavía no se ven. Por el momento, lo que sí veo es que va a venir una nueva ayuda del exterior para la continuidad de Mauricio Macri.
¿Más de la que ya vimos con el FMI prestando a un deudor "sostenible pero con baja probabilidad"?
Sí. Nos han subido en el MSCI, nos quieren meter en la OCDE, el FMI le dio más de 50.000 millones de dólares y me pregunta si más. Sí, más. Porque no alcanza. Tal vez sea un acuerdo bilateral de comercio con los Estados Unidos. Algo más va a pasar, de eso estoy convencido. No es que estoy a favor o en contra, es que sospecho que el mundo no quiere que se rompa la continuidad. Mirá todo lo que nos han dado. Los gobiernos inventan cosas todo el tiempo con tal de interferir en las elecciones de otros países y China viene avanzando geoestratégicamente en la región y eso a Estados Unidos no le hace gracia, por eso aplaudió la llegada de Bolsonaro a Brasil y el cambio de signo político acá con Macri.
Del mismo que no existe el libre comercio -siempre hay tarifas y acuerdos comerciales-, tampoco existen las potencias que quieran perder sus propiedades extraterritoriales, ya sean negocios o bien influencias. Y por eso no descarto que haya un acuerdo comercial con los Estados Unidos, acuerdo que no se va a implementar en años, pero el hecho de que esté el gesto político ayuda. Igual que pasó con el acuerdo con la Unión Europea. Sin más, el Nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte firmado acá en el 2018 hasta ahora solo fue ratificado por México.
Si esto va a inclinar el voto de Doña Rosa, no lo sé. A Doña Rosa no le importan los gestos políticos internacionales, le importa llegar a fin de mes. Pero eso no quita que el gesto llegue, de eso estoy convencido.
Hoy Donald Trump se está despertando con la noticia de que Macri perdió en las PASO y repasando los briefings de quién es Alberto Fernández. Por eso no descarto que un hallazgo de cuentas de Cristina en un paraíso fiscal pueda aparecer en los próximos días para ayudarlo a Macri, esa es la clase de ayuda que puede venir de afuera. Pero la plata para llegar a fin de mes, el resto del mundo no nos la puede dar. En ese sentido, no pueden hacer nada.
El país enfrenta varios juicios en el exterior. ¿Esto es habitual? ¿De cuánto dinero estamos hablando?
Argentina tiene la mala costumbre de desfilar por las cortes los Estados Unidos desde hace mucho tiempo y es siempre por errores que cometemos nosotros, las empresas o el gobierno que maneja la empresas. Este, el anterior, todos los gobiernos. Hay demandas que ya tienen más de 20 años.
Esa interpretación irresponsable las leyes internacionales nos ha costado caro. Solamente de demandas en los últimos 15 años nos ha costado a la fecha unos 16.000 millones de dólares. Estoy hablando del pago a los holdouts (cercano a los 9.000 millones de dólares), la expropiación de YPF -que pagamos en bonos y aún seguimos pagando intereses sobre esos bonos por otros unos 4.000 millones y estoy hablando de las pequeñas demandas en el CIADI como Aguas Argentinas y Aerolíneas Argentinas, etcétera. Ahí tenemos entre de 4.000 a 5.600 millones de dólares que están siendo litigados contra el Estado y con otras empresas.
Las empresas hoy más demandadas y más preocupantes actualmente son YPF, Loma Negra y Ternuim de Tenaris. YPF tiene dos causas y la más importante y de la que nadie habla es la de Maxus Energy, una compañía subsidiaria de YPF que compró allá por 1995 la está demando por vaciamiento y contaminación ambiental por 14.000 millones de dólares, es decir tres veces el valor de mercado de su empresa madre. están mandando a su madre por vaciamiento y contaminaciones ambientales. Y la demanda es porque a Maxus la está demandando el Estado de Nueva Jersey por daños ambientales, pero está en bancarrota y en estos momentos está presentando pruebas que muestran que YPF la vació para no tener recursos con los que enfrentar el juicio por daño medioambiental que se veía venir.

Solamente de demandas en los últimos 15 años, nos han costado a la fecha unos 16.000 millones de dólares el pago a los holdouts, la expropiación de YPF y las pequeñas demandas en el CIADI.

El otro caso de YPF lo iniciaron dos empresas españolas que eran del grupo Petersen argentino y que en 2015 le vendieron el juicio al estudio Burford. Esto no afecta la cotización de las acciones por ahora porque,de haber algún tipo de daño, va a ser contra el nuevo propietario mayoritario, o sea el Estado argentino. Dudo que tenga algún daño económico para la empresa, aunque depende de lo que diga el juez. Hasta fin de mes hay tiempo para presentar pruebas en contra y a favor de YPF y, en todo caso no vamos a tener noticias hasta el año que viene o como muy temprano diciembre, ya que hay tiempo para la última presentación hasta el 29 de noviembre.
¿Y el resto de las causas sí pueden golpear a las cotizaciones? ¿Generan efectos colaterales sobre el costo de fondeo del resto de las compañías?
Lo de Loma Negra y Ternium son casos de grupos de accionistas que dicen "Yo compré de buena fe bajo este prospecto que debe decir todo sobre la empresas y a mí me ocultaron las empresas que sus directivos estaban presuntamente involucrados en actividades ilegales" y en efecto los gerentes de estas empresas aparecen mencionados en la causa de los Cuadernos e incluso están procesados; y esas acciones perdieron su valor bursátil por estas actividades que violan los estatutos de ética de las empresas.
No descarto que haya más denuncias, todo país tienen causas en las cortes de los Estados Unidos, pero no todos los países y las empresas son demandados por errores cometidos por los gobiernos. El caso de los Cuadernos es principalmente por el Ejecutivo pidiendo coimas a las empresas que, si no las pagabas se quedaban sin negocios y no podían continuar viviendo en la Argentina prácticamente porque se cortaban los contratos. Todos esos casos nos perjudican y el riesgo país sube, porque no es solo la diferencia entre el bono soberano argentino contra un bono del Tesoro de los Estados Unidos, sino que esa diferencia esconde riesgo legal del que acabamos de hablar, riesgo económico y crediticio y lo que más esconde este año es riesgo político. Y hoy el riesgo país te diría que en un 70% es riesgo político. Pensemos que en abril de 2018 era de 450 puntos y en enero de ese año era de 320 y hace unos meses cuando bajó a 700 puntos estábamos en Aruba... eso es Argentina.