La piel que rodea nuestros ojos es una de las más finas y delicadas del cuerpo, 5 veces más fina que el resto, y es uno de los lugares donde salen las primeras líneas de expresión y arruguitas. Además, a medida que envejecemos la piel del contorno de los ojos se torna más delgada dejando entrever la red vascular, dando un aspecto de cansancio y agotamiento en el rostro.
La piel del contorno de ojos se encuentra directamente expuesta a factores del exposoma: rayos UV, polución, estrés & fatiga. La zona está compuesta por 22 músculos en constante movimiento y sujeta a 10.000 pestañeos diarios. Además, las glándulas sebáceas – encargadas de “lubricar” la piel – están casi ausentes en esta área. Es la suma de todos estos factores lo que hace que la piel del contorno de los ojos sea más delgada, más débil y esté menos protegida frente a los agresores externos.