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La gran guerra comercial entre Estados Unidos y China ha terminado. En una reunión al margen de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, el presidente Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping acordaron reanudar las negociaciones comerciales que se habían interrumpido en mayo.
Trump levantará algunas restricciones a la capacidad de Huawei Technologies Co. Ltd. para hacer negocios con compañías estadounidenses y pospondrá los aranceles que amenazó con imponer de $ 300 mil millones adicionales anuales en importaciones chinas. A cambio, Xi acordó que China comprará más productos agrícolas de Estados Unidos. Los detalles se explicarán más adelante.
Este acuerdo, la segunda vez que el presidente Trump cedió ante las demandas de China y puso fin a las restricciones sobre una importante empresa de tecnología china que había sido acusada de amenazar los intereses nacionales de Estados Unidos, marca efectivamente el fin de la guerra comercial de Trump con China. ¿Por qué? Porque muestra que el presidente no irá al frente para cambiar fundamentalmente la relación comercial de Estados Unidos con la segunda economía más grande del mundo.
Trump no irá al frente para cambiar fundamentalmente la relación con China.
El presidente chino ha calculado claramente que su contraparte estadounidense no está dispuesto a hacer nada que pueda poner en peligro su apoyo entre los distritos electorales clave, como los agricultores, mientras se avecina la elección de 2020. (El presidente Trump también se ha retractado en gran medida de su discurso bélico sobre Corea del Norte y ahora parece estar listo para aceptar tácitamente a Pyongyang como una potencia nuclear).
Eso significa, creo, que las tarifas actuales continuarán pero no se impondrán nuevas. China comprará más productos agrícolas estadounidenses, aunque algunos agricultores estadounidenses encontrarán que otros países ya los han sacado del mercado chino. Es muy posible que veamos un acuerdo más importante en los próximos meses, que el negociador en Jefe sin duda proclamará una gran victoria, aclamado por sus partidarios de todo corazón.
Pero China no controlará sus empresas estatales. No reducirá sus iniciativas Made in China 2025 en tecnologías de vanguardia como la robótica, los vehículos eléctricos y la inteligencia artificial . Las cadenas de suministro globales permanecerán en gran parte intactas y miles de empleos de manufactura no volverán a las costas de EE.UU.
Wall Street ha esperado durante mucho tiempo una tregua en la que EE.UU. acordara no agregar nuevas tarifas a los $ 250 mil millones al año a los que ahora impone un impuesto del 25%, pero las grandes concesiones de Huawei claramente no estaban en el mercado. Eso debería darle a este mercado alcista una nueva inyección de adrenalina.
Espero que el índice S&P 500 y el Dow Jones Industrial Average (que abrió con grandes ganancias el lunes por la mañana) continue alcanzando nuevos máximos en las próximas semanas.
Las grandes concesiones de Trump a Xi satisfacían los poderosos intereses de los perjudicados por las tarifas. Los jefes de la Federación Nacional de Minoristas y la Asociación de la Industria de Semiconductores elogiaron el nuevo alto el fuego . "Trump dijo que tomó la decisión de permitir que Huawei compre productos estadounidenses a pedido de las 'compañías de alta tecnología ' ', informó CNBC.
Mientras tanto, el senador Marco Rubio, el halcón de la seguridad nacional, denunció ferozmente el acuerdo en Twitter. "Si el presidente Trump ha acordado revertir las sanciones recientes contra Huawei, ha cometido un error catastrófico", escribió el senador en Twitter. En "Face the Nation" de CBS News, otra animadora hawkish de Trump, la senadora Lindsey Graham, llamó al acuerdo de Huawei " claramente una concesión ".
"Para ser sincero al respecto, creo que los chinos verán que Estados Unidos ha parpadeado un poco", dijo el ex primer ministro australiano, Kevin Rudd, al "Squawk Box" de CNBC el lunes por la mañana. "Creo que el mensaje que llegará de Osaka será...el presidente Trump realmente quiere un acuerdo", concluyó el experto en China.
Los funcionarios de seguridad nacional de varios países advirtieron durante mucho tiempo sobre los lazos profundos de Huawei con el Ejército Popular de Liberación de China y su papel fundamental en la construcción de tecnología inalámbrica 5G de próxima generación, que podría convertirse en la columna vertebral de la economía mundial de la información en el siglo XXI. Los funcionarios de la administración se apresuraron a asegurar a todos que Huawei todavía no podrá realizar ninguna actividad que ponga en peligro la seguridad nacional.
Pero recuerde que en junio de 2018, el Departamento de Comercio suspendió la prohibición de vender componentes a ZTE Corp. que había sido acusado de violar las sanciones contra Irán y Corea del Norte, y pagó más de $ 1 mil millones en multas. Eso también se produjo después de una llamada personal del presidente Xi al presidente Trump.
Mientras tanto, el Director de Finanzas de Huawei, Meng Wanzhou, hija del fundador de la compañía, Ren Zhengfei, está luchando contra la extradición de Canadá a los Estados Unidos por cargos de fraude. El gobierno de Estados Unidos alega que ayudó a engañar a las instituciones financieras para que violen las sanciones estadounidenses contra Irán . Huawei ha negado las acusaciones. Si se retiran los cargos en su contra, eso solo hará que la capitulación del presidente Trump sea oficial. Pero no tenemos que esperar tanto tiempo. Hemos tenido dos derrumbes en las principales empresas chinas en un año. No necesitamos un árbitro para convocar la tercera huelga para declarar que este juego de pelota ha terminado.
