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En enero cerraron 82 locales por día en Buenos Aires

Más de 2500 comercios bajaron sus persianas durante enero en el área metropolitana de Buenos Aires, según una encuesta semestral  elaborada por la ONG Defendamos Buenos Aires.
Solo en la Ciudad de Buenos Aires cerraron 745 comercios durante el primer mes del año. La cifra equivale a 82 cierres de locales por día y se calcula que se perdieron más de 10 mil puestos de trabajo.
Según el relevamiento, Belgrano fue el barrio más afectado, con 56 comercios cerrados, 38 de ellos en la zona conocida como Las Cañitas. Detrás se ubicaron Puerto Madero (36) y el microcentro porteño (35), Retiro (34) y Almagro (27).
Si bien la crisis económica afecta a toda la actividad comercial, el informe señala que los rubros más golpeados fueron: indumentaria y calzado, gastronomía, electrodomésticos y aquellos comercios fuertemente ligados a la actividad de la construcción –que en diciembre 2018 registró una baja interanual del 20 por ciento–, como plomerías, ferreterías y mueblerías.
Rubros y ventas
“Las ventas de electrodomésticos bajaron 12 por ciento en todo el país durante 2018, pero esa caída fue más pronunciada en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, porque hay muchos comercios de tipo unipersonal o pyme. Esos pequeños empresarios debieron afrontar subas de hasta el ciento por ciento en sus costos de mercaderías, más los aumentos de luz, gas, agua, ABL, alquiler y otros. Todo este cocktail explosivo hizo que sólo en electrodomésticos hayan desaparecido poco más de 900 comercios en el distrito AMBA en enero 2019”, señala en el informe Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires.
Por su parte, desde la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) señalaron que aumentó la cantidad de locales vacíos en la Ciudad de Buenos Aires.
Según un relevamiento realizado por dicha cámara empresarial en los últimos dos meses de 2018, la cantidad de locales sin actividad subió 11,8 por ciento en relación con el bimestre anterior.
La CAC detectó 255 locales inactivos –en venta, alquiler, clausurados o simplemente cerrados– en las principales áreas comerciales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires durante noviembre y diciembre, mientras que en septiembre y octubre los locales inactivos eran 228.
De acuerdo con la medición de la Cámara, que se realiza desde 2014, las avenidas más afectadas fueron Avellaneda –que pasó de 7 a 14 locales inactivos–, Santa Fe –de 29 a 36–, Cabildo –de 12 a 15–, Pueyrredón –de 13 a 15–, y Corrientes –de 62 a 75– entre el quinto y el sexto bimestre de 2018.
Panorama preocupante
A los datos conocidos se suman los del período noviembre y diciembre de 2017 los locales sin actividad eran 162. Es decir, que entre 2017 y 2018 el número de locales vacíos en la Ciudad creció un 57 por ciento.
Según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad
El índice de precios al consumidor aumentó un 3,8 por ciento en enero, por encima del promedio nacional del Indec (2,9 por ciento) y con un acumulado interanual del 48,6 por ciento. Vivienda, agua, electricidad y combustibles (3,8 por ciento), transporte (5 por ciento), alimentos y bebidas no alcohólicas (3,6 por ciento) fueron los rubros que más aumentaron durante el primer mes del año.
“Caen las ventas y el empleo, crece la informalidad, aumentan los locales vacíos y, además, las perspectivas para este año son de profundización de la recesión. El Indec, en diciembre, mostró una caída de 12 puntos en las ventas de supermercados y de 14 en los shoppings.”
“En 2018 la inflación mayorista fue de 70 puntos, es decir, 20 puntos por arriba de la minorista. Esto significa que al comerciante los productos le llegan cada vez más caros pero los tiene que vender más baratos porque si no, no vende. Y aún así, al cliente le cuesta cada vez más pagar”, analizó Matías Barroetaveña, director del Centro de Estudios Metropolitanos. “Y a todo esto se suma, claro, el impacto de los tarifazos, que en muchos casos duplican o triplican la inflación, volviéndose algo imposible de pagar”, agregó.
“La Ciudad de Buenos Aires tiene una actividad comercial muy importante. Hay cientos de miles de comercios y cientos de miles de familias que viven de la actividad comercial y que, a su vez, son clientes de pymes. Todo esto va generando un círculo vicioso del que es cada vez más difícil salir. Por eso, es necesario dar vuelta la política económica y volver a una política que incentive el consumo y el desarrollo de un mercado interno”, concluyó Barroetaveña.
Página/12