Cuando uno piensa en China, rápidamente se le viene a la cabeza, la segunda economía más grande del mundo, una superpotencia militar y una nación de avanzada tecnología. Pues bien, parecería ser que los cuentos de hadas no duran para siempre. |
China es un país de extremos, especialmente en cuanto a previsiones económicas. Hay quienes piensan que "China conquistará el mundo" con su planificación central tecnocrática, mientras que otros predicen que su burbuja de deuda es tan gigantesca que la economía se derrumbará más temprano que tarde. La verdad, probablemente, se encuentre en algún lugar en el medio. Y parecería ser que nos estamos acercando para averiguar la verdad. El crecimiento oficial del PBI, por supuesto que está en camino al 6,6% para el año 2018, estelar entre las economías industriales e incluso emergentes. Pero nadie cree en estas cifras, a pesar de que son las peores desde 1990. "El PIB real cayó un 1,7% y un 0,6% en el tercer y cuarto trimestre, respectivamente, en comparación con las cifras oficiales que muestran un crecimiento del 6,4% y el 6%", escribió la economista jefe de Enodo Economics, Diana Choyleva, en una nota a los clientes sobre el crecimiento anualizado de los dos últimos cuartos de 2018. Según Choyleva, China está experimentando una recesión no oficial. Enodo Economics estima que el crecimiento del PBI chino fue negativo durante los últimos dos trimestres (barras verdes). Si bien esto no significa que el escenario de quiebra sea inminente, la seguidilla de indicadores económicos oficiales y no oficiales que parpadean en rojo hace que el escenario de "conquista el mundo" sea bastante increíble para el futuro intermedio. |
EN BAJA No importa qué indicador oficial se mire, la economía china está en declive. El crecimiento de las ventas minoristas está apenas por encima del 5%, el nivel más bajo desde 2003 con un 13% de ventas de automóviles. Las importaciones totales en términos de dólares estadounidenses disminuyeron un 7,6% en diciembre de 2018 en comparación con el año anterior. Tanto la demanda de materias primas (línea gris), la venta de productos electrónicos (línea violeta) y la venta de otros productos (línea negra) se encuentran en descendo desde fines de 2018 e inicios de este 2019. Otro dato poco alentador es el saldo de la cuenta corriente (Exportaciones- Importaciones +- Rentas Netas de Factores del exterior). Este saldo, se redujo a 0,37 por ciento del PIB, desde el 10% en 2008. Dadas estas cifras, no es sorprendente que la firma de investigación Capital Economics no "descarte una desaceleración más aguda de lo previsto en la economía de China". Con las exportaciones en 4%, los analistas de Oxford Economics también están haciendo sonar las alarmas. "Si bien el crecimiento del PBI chino se está desacelerando en términos generales como esperábamos, el sector transaccional esta disminuyendo de manera más abrupta, lo que implica mayores efectos negativos a nivel internacional. Como China representa aproximadamente el 10% del comercio mundial (y casi el 20% del crecimiento del comercio mundial en la última década), este debilitamiento de las importaciones es una amenaza importante para el crecimiento mundial ". ¿Qué pasa con los datos no oficiales? El China Beige Book (CBB), es una consultora independiente que realiza una gran cantidad de encuestas en diferentes empresas y sectores en China, advirtió que: “Tanto el sector de manufactura en general, como el sector servicio y el de consumo están en retroceso a diferencia de los que muestran las estadísticas oficiales”. Si bien la postura firme de la administración Trump sobre las políticas anticompetitivas de China ciertamente no está ayudando a Beijing, no es la causa de la desaceleración y los problemas en la economía china. El comercio con los países de Asia se desaceleró mucho más que el comercio bilateral con los Estados Unidos y los problemas internos de China, como una caída en las ventas minoristas no puede explicarse por una cantidad limitada de aranceles. PROBLEMAS DE DEUDA El principal problema de la economía China es la deuda. Esta ha aumentado hasta el 300% del PBI a través del sistema bancario controlado por el estado. La financiación se destinó a la construcción de trenes, carreteras, aeropuertos, edificios, astilleros, etc, todo con deuda. Mientras la economía crecía fuertemente eso no era problema, pero la desaceleración apareció y las alarmas se encendieron. Para llevar tranquilidad al sector bancario, el Banco Central de China comenzó el mes pasado un esquema de relajación monetaria, la cual contempla la compra de bonos de bonos a cambio de reservas; de esta forma los bancos pueden limpiar sus balances. Si bien el programa de relajación monetaria es efectivo a corto plazo, no resuelve los problemas de fondo. China enfrenta un problema serio de deuda y deberá tomar medidas para solucionarlo. El mercado mientras, continua en tendencia bajista desde junio de 2015. En síntesis, China no es más que otro ejemplo de que los árboles no crecen hasta el cielo. Monitorear de cerca esta economía será vital para poder encontrar futuras causas a una caída del deterioro del crecimiento global. Por un trade exitoso, Germán Fuentes Para CONTRAECONOMÍA |