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La recuperación en América Latina y el Caribe ha perdido ímpetu

 La recuperación económica en América Latina y el Caribe se ha estancado, en medio de un agravamiento de las tensiones comerciales, condiciones financieras más restrictivas y volatilidad en los mercados de materias primas, según el informe regional más reciente del FMI.
En Perspectivas económicas: Las Américas, los pronósticos de crecimiento para América Latina y el Caribe han sido revisados a la baja, a 1,2 por ciento en 2018 y 2,2 por ciento en 2019, con respecto a los pronósticos de mayo de 2018 de 2,0 por ciento y 2,8 por ciento, respectivamente. La moderación de la recuperación es producto de resultados de crecimiento divergentes en la región. La recuperación se ha desacelerado marcadamente en algunas de las principales economías de la región, debido a que el impacto de las crecientes tensiones comerciales y las condiciones financieras más restrictivas se ha visto amplificado por características específicas de los países.
Además, el aumento de los precios mundiales del petróleo, sumados a una mayor incertidumbre política, han empañado las perspectivas a corto plazo de varias economías de América Central.
Sin embargo, las perspectivas también contienen aspectos positivos. La mejora de los términos de intercambio en el último año y el repunte de la confianza de los consumidores y las empresas han estimulado las perspectivas de crecimiento en algunas economías andinas (como Colombia, Chile y Perú), y en el Caribe la actividad está recuperándose como consecuencia de un cierto aumento del turismo gracias al sólido crecimiento en Estados Unidos.
Repunte de la inversión
“A pesar de la desaceleración de la actividad económica regional, la inversión privada está dando señales de vida”, señaló Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, durante una rueda de prensa en Bali, Indonesia. Se estima que, tras haberse contraído tres años consecutivos, la inversión privada en América Latina y el Caribe dejó de ser un freno al crecimiento en 2017 y está cobrando más fuerza.
En el último trimestre de 2017 y el primero de 2018, la contribución de la inversión al crecimiento en América Latina y el Caribe pasó a ser positiva y se proyecta que siga apoyando la recuperación este año y el próximo.
No obstante, se prevé que los niveles de inversión permanezcan por debajo de los niveles observados en otras regiones, lo cual podría atribuirse en parte al bajo nivel de las tasas de ahorro en la región. En este sentido, las perspectivas siguen siendo moderadas para el crecimiento a largo plazo en la región, que se sitúa en 2,8 por ciento.
Panorama regional
En Argentina se prevé que la economía se contraiga este año y el próximo. Sin embargo, el nuevo impulso a favor de la estabilización promovido por las autoridades debería mejorar las perspectivas macroeconómicas a mediano plazo.
En el caso de Brasil, las perspectivas de crecimiento a corto plazo se ven perjudicadas por los efectos de la huelga de camioneros en mayo, el reciente endurecimiento de las condiciones financieras y la incertidumbre que rodea las elecciones de octubre.
En Chile, las perspectivas de crecimiento se revisaron al alza, gracias a la sólida recuperación de la confianza de las empresas y los consumidores.
En Colombia, la recuperación económica continúa estando impulsada por el alza de los precios del petróleo.
La vigorosa demanda externa de exportaciones tradicionales y no tradicionales ha estimulado las perspectivas de crecimiento en Perú.
Aún no se ve un final para la crisis económica y humanitaria en Venezuela.
En México, pese al acuerdo comercial preliminar alcanzado con Estados Unidos y Canadá, la persistente incertidumbre en torno a la versión definitiva del acuerdo y las condiciones financieras restrictivas apuntan a una recuperación gradual de la economía.
El crecimiento en América Central ha dado señales de estar desacelerándose desde comienzos de 2018, a causa del empeoramiento de los términos de intercambio y la moderación de la demanda interna.
Las perspectivas económicas para el Caribe están mejorando. Se espera que el crecimiento en la región se afiance en 2018 y 2019, respaldado por el sólido crecimiento en Estados Unidos y el mundo. La reconstrucción tras los devastadores huracanes de 2017 en algunos países que dependen del turismo ha sufrido demoras generales hasta ahora, pero se espera que cobre impulso en 2019. Se proyecta que el aumento de los precios de las materias primas y la producción propicien un crecimiento más vigoroso para los países exportadores de materias primas.