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Algunos de los bancos más grandes de Europa comenzarán a fusionarse para evitar una combinación tóxica de bajas tasas de interés y un aumento en los préstamos deteriorados, según analistas de UBS Group.
Si bien las operaciones corporativas en los bancos están cerca de mínimos históricos en 2018, esto debería cambiar en Europa ya que la rentabilidad sigue bajo una "presión significativa", escribieron los analistas dirigidos por Jason Napier en una nota a los clientes. Los bancos se enfrentan a un aumento probable de préstamos incobrables y dependen de que los bancos centrales eleven las tasas de interés para aumentar sus ingresos, escribieron.
"Las presiones estratégicas para actuar están impulsadas principalmente por vulnerabilidades", escribieron los analistas. "Los retornos del sector bancario podrían caer materialmente desde los niveles actuales, dejando vulnerables los planes estratégicos, los precios de las acciones y el sistema financiero".
La especulación ha girado este año en torno a las fusiones entre algunos de los bancos más grandes del continente, mientras continúan luchando con los costes, las nuevas reglas y el legado de errores estratégicos pasados.
El consejero delegado de Deutsche Bank, Christian Sewing, cuyo propio banco ha estado vinculado a una posible fusión con su rival local Commerzbank, dijo el 30 de agosto que "la presión para consolidar aumentará significativamente".
